A pesar del esfuerzo de las autoridades municipales en materia de desazolve de coladeras, limpieza de barrancos y otras acciones para minimizar los riesgos en temporada de lluvias, las recientes precipitaciones pluviales han rebasado todos estos trabajos, la cantidad de agua ha superado el nivel de los ríos que corren en municipios como Naucalpan y Ecatepec, lo que provocó sus desbordamiento y, por tanto, la inundación de calles y casas; también superó al sistema de alcantarillado, lo que causó grandes anegaciones sobre principales arterías viales.
Estas fuertes lluvias pareciera que son cosa de la naturaleza y sí de una naturaleza agredida por la humanidad y su contaminación; pero no sólo eso, estas lluvias deberían ser algo bueno si pensamos en que el vital líquido se está esfumando; sin embargo, en el Valle de México es toda una tragedia porque no hay espacios verdes que filtren el agua y así se fortalezcan los mantos acuíferos; tampoco hay políticas públicas que procuren infraestructuras para captar el agua de lluvia, lo cual ayudaría a resolver problemas de desabasto de agua.
Lo que sí hay son muchas avenidas con suelos que se reblandecen y se hunden con la lluvia; que se inundan y paralizan la circulación vehicular; crecen por doquier –donde antes había árboles- unidades habitacionales y, peor aún, centros comerciales.
También habría que ver como se encuentra el drenaje del Valle de México, pues tras muchos años sirviendo, principalmente el de la Ciudad de México, quizá ya esté caduco y necesite una renovación.
Las municipios más afectados del Valle de México fueron Naucalpan y Ecatepec; en el caso del primero, daba miedo ver el video de la estación del Metro Cuatro Caminos; lo mismo que el desbordamiento del río Hondo, lo que provocó anegamientos de hasta un metro de altura, afectando a 120 viviendas, principalmente en las colonias Pastores y Echegaray.
En el caso de Ecatepec, las afectadas fueron 10 colonias de la zona Oriente, con el desbordamiento del río de los Remedios. Cabe recordar que en esta zona cada año sucede lo mismo y, por tanto, se requiere de un mayor esfuerzo de todos los niveles de gobierno para terminar con este problema.