Antes que nada, amables lectores, les ofrezco una disculpa pues por segunda ocasión dedico estas líneas a favor de los niños y niñas más vulnerables, en el mes de la niñez: Sí, aquellos que por distintas circunstancias viven y sufren en las calles sin que alguien les tienda la mano por el sombrío aspecto que presentan.
Quienes siempre han tenido un hogar propio o rentado no pueden saber de las penurias de aquellos que no tienen ese privilegio. De ahí que la mayoría de niños, niñas, adolescentes o jóvenes hagan colonias afines y se dediquen a la vagancia o a delinquir.
Los más intrépidos, que son pocos, en un contexto de auto educación buscan la manera de salir siempre adelante aprendiendo y dominando algún oficio que les permita ganar dinero para no solo sobrevivir, sino ir creciendo en lo económico y social.
Aun cuando queden viejos recuerdos en el subconsciente, quienes han escalado desde abajo no olvidan nunca lo que fueron de niños, y muy adentro de su corazón surge el espíritu de la solidaridad y ayudan a su prójimo siempre que tienen la oportunidad.
Empero, como ya se dijo, no son muchos los personajes de nobles sentimientos que han sabido salir adelante por sí solos sin que alguien los proteja. El auto educación no es fácil, se tiene que tener un grado de conciencia, estar abierto de la mente para comprender en toda su dimensión, sin ambiciones, las vicisitudes de la vida. ¡Como hacen falta muchos padres Chinchachoma!
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