El Estado de México ha sido uno de los afectados por el desabasto de gasolina, principalmente en el Valle de Toluca, ante lo cual el gobierno estatal está trabajando en conjunto con el gobierno federal para regularizar el servicio, pero además para combatir el robo de combustible, según lo afirma el gobernador Alfredo del Mazo.
El mandatario informó que en el estado hay mil 85 gasolineras, con desabasto en 375 de ellas, la mayoría ubicadas en el Valle de Toluca.
En cuanto a los ductos, señaló que se están vigilando para detectar si hay perforaciones para avisar de inmediato a la Federación; además se patrullan las pipas para que puedan transportar y abastacer los combustibles sin percances.
Asimismo, informó que las acciones de seguridad se han reforzado con el incremento en el número de elementos del Ejército Mexicano en la entidad, para realizar acciones de seguridad e inhibir la delincuencia, al pasar de 800 integrantes a 3 mil 700, cifra que al final del mes será de 7 mil 500.
“Yo lo que considero es que debemos de seguir buscando puntos de acuerdo en común para resolver los retos que tenemos, es decir, un trabajo coordinado, con la autonomía de los poderes, en el caso federal, estatal y municipal, pero encontrando una forma de dar resultados, haciendo a un lado las diferencias que pueda haber”, expresó.
Cabe recordar que la semana pasada el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador visitó dos municipios del Estado de México, Acambay e Ixtlahuaca, para impulsar diversos programas para apoyar a las familias que viven cerca de los ductos e inhibir el robo de combustible.
En total son 91 municipios que serán beneficiados con estos proyectos, que consisten en otorgar créditos a pequeños empresarios; además de otros que favorecen a jóvenes, como el programa de becas, así como para adultos mayores.
En su mensaje, el primer mandatario de México afirmó que la fortaleza de su administración radica en el apoyo del pueblo. Y por su puesto esto es importante, sin embargo, cada sexenio hay programas de apoyo para los sectores menos beneficiados económicamente, algunos muy cuestionados porque no siempre llegaban a las personas correctas o porque servían para simular gastos; además, no se ha visto que logren su propósito, reducir los niveles de pobreza y contribuir a reconstruir el tejido social, que es lo que se demandaría al nuevo gobierno, que estos proyectos sirvan para que la ciudadanía se aleje de las malas mañas y a través de acciones productivas eleven su calidad de vida y contribuyan al desarrollo de sus regiones.
Está más que probado que dar dinero no funciona, insistimos, se deben impulsar proyectos productivos, generar espacios de desarrollo para toda la ciudadanía, en especial para los jóvenes y así evitar crímenes como el robo de combustible.
La Federación ya inició el combate de este lamentable problema, pero hay que avanzar con diferentes proyectos.