-Organizaciones civiles piden una investigación apegada a derecho en los casos de la niña Fátima e Ingrid
-La Arquidiócesis Primada de México condena los hechos y pide que no haya impunidad
El tema de Fátima e Ingrid han dado mucho de qué hablar, para el presidente Andrés Manuel López Obrador los hechos son producto del fruto maldito de la corrupción, ya que asegura y critica a sus antecesores pues al heredar la corrupción dejaron una estela de pobreza, desigualdad e injusticia y reitera su postura de cambiar al régimen en el que se destierre la corrupción y que según él, es la causa de todos los males.
Más allá, el mandatario dice que por la corrupción, hay concentración de la riqueza en pocas manos, se ha incrementado la delincuencia y ha crecido la descomposición moral de la sociedad y por eso se cometen crímenes de odio como los mencionados en contra de la niña Fátima Cecilia e Ingrid Escamilla, que han provocado las duras y violentas manifestaciones de grupos feministas.
Además de precisar que su gobierno trabaja para moralizar a la sociedad, para atacar las causas de la criminalidad, para que haya más armonía familiar y empatía con grupos vulnerables. “Que haya amor y no odio”, aseguró que muchos de los narcotraficantes que se dedican a la delincuencia organizada es debido al maltrato que sufrieron de menores por parte de sus familias, dijo también que después de una investigación en la que fueron entrevistados sicarios que revelaron no haber tenido afecto en su familia y su papá maltrató a su madre.
Y ante todo esto, diferentes organizaciones civiles han condenado los feminicidios no solo de Fátima Cecilia e Ingrid Escamilla, manifestaron su solidaridad con sus familias y le exigieron a las autoridades una investigación expedita y apegada a derecho para sancionar a quienes resulten responsables, así como garantías de no repetición.
Fue así que en comunicado conjunto y firmado por colectivos como Amnistía Internacional y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, además de decenas de academias y activistas—señalaron que los asesinatos de mujeres son “la punta del iceberg del incumplimiento del deber del Estado de proteger la vida de las mujeres que hemos denunciado desde la sociedad civil durante más de dos décadas con los feminicidios en Ciudad Juárez”.
Recordaron que desde el 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorIDH) emitió la sentencia sobre el caso del campo algodonero (relacionado con feminicidios en Ciudad Juárez), el Estado mexicano sigue siendo omiso en la estandarización de protocolos, manuales y criterios de investigación de todos los delitos que se relacionen con desapariciones forzadas, violencia sexual y feminicidios, recordaron que en México dos tercios de las niñas y mujeres de 15 años o más han sufrido violencia de género al menos una vez en su vida.
Y no solo ellos levantaron la voz, lo mismo hizo la Arquidiócesis Primada de México quien condenó estos hechos por lo que hizo un llamado a las autoridades para que los feminicidios no queden impunes y se aplique la justicia.
En un comunicado, el organismo se comprometió a fortalecer las acciones pastorales para contribuir e impulsar en la sociedad un ambiente de respeto a la dignidad de toda persona, al fortalecimiento de las familias y a la educación para la paz y la justicia.
La Arquidiócesis externó su convicción en la importancia de la protección de la familia como el lugar privilegiado para la educación y la transmisión de valores esenciales, entre ellos, el respeto por el prójimo.
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