Han pasado seis semanas de cuando se empezaron a tomar medidas drásticas por el contagio del virus que en un principio se le identificó como Coronavirus –dándose el primer caso en México el 28 de febrero-, a lo largo de este tiempo nos hemos podido enterar a través de distintos medios de comunicación y redes sociales principalmente; no tan sólo de los inmuebles en mal estado en que laboran doctores, enfermeras, camilleros, personal de intendencia y administrativos, sino además la falta de equipo, insumos y materiales para poder desempeñar su trabajo, en esta época de la pandemia poder hacer frente y atender a aquellas personas que ya cuentan con el COVID-19 y no ser infectados también ellos; lo mismo sucede en los 33 Estados de la República Mexicana en sus diferentes sectores de salud…En el Estado de México no tan sólo se ha exhibido el mal estado en que se encuentra este sector, sino desde hace varios meses se informó del desfalco en que se encontraba la Secretaría de Salud de esta entidad; aún y cuando el gobernador Alfredo Del Mazo está por cumplir tres años al frente de esta encomienda, no se ve que pueda llegar a fincar responsabilidades a su antecesor y hoy senador plurinominal Eruviel Ávila Villegas; en el caso de los Diputados que integran la LX legislatura mexiquense estarán por cumplir dos años de la confianza que les otorgaron los ciudadanos, que en un principio entraron muy “bravos” queriendo hacer creer a la población haber encontrado la hebra del hilo negro para exhibir una serie de anomalías que había dejado el anterior sexenio del oriundo de Ecatepec, entre los que destacó el Sector Salud, al parecer todo quedó en una “llamarada de petate”; en donde de haberse aplicado los recursos de forma honesta y transparente se contaría con mejores condiciones e infraestructura que facilitaría el trabajo de este sector en la pandemia que se vive… Hace unos días de nueva cuenta volvió a resurgir la información que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) investiga el posible desvío de recursos durante el sexenio de Ávila Villegas, quien de continuar con estas indagatorias tendría que explicar dónde y en qué se aplicaron los recursos faltantes, así como quiénes fueron los beneficia- dos o responsables de este posible desfalco. No podemos dejar de mencionar que uno de los beneficiados fue su “querido” amigo Carlos Aguilar quien durante 60 meses hizo, deshizo y dispuso a su conveniencia; lo cual se puede comprobar en la lista de proveedores a quien le debe la Secretaría de Salud por concepto de publicidad y que nos han llegado a comentar los representantes de un medio de comunicación han asistido a reclamar lo que hace ya varios meses se les adeuda y quienes no tuvieron eco por parte del titular del área. De igual forma, no está por demás mencionar que el entonces titular del área de Comunicación Social de la Secretaría de nombre Elvia arrasó con todo lo que había a su paso cuando entregó la oficina a quienes la sucederían en el puesto, calificándola por quienes la vieron como una acción de vil rapiña, que de comunicación no sabría mucho pero de beneficiar y autorizar facturación con altas sumas de dinero se hizo experta, durante el tiempo que se desempeñó en esta área y aunado a su salario se comenta pudo conocer varias partes del mundo… En otros asuntos, comentare- mos las dificultades por las que están pasando los padres de familia, no tan sólo al tener en sus hogares a sus hijos durante todo el día, sino también el tener que fungir como maestros sin la preparación académica que para ello se requiere; los tutores tienen que ver la forma de sentarse con sus hijos para elaborar los trabajos que a través de la televisión, redes sociales o vía telefónica se les manda a los alumnos para que realicen trabajos, tareas y actividades propias de la escuela que después deben mandar vía internet o WhatsApp a sus docentes que al igual que los estudiantes se llenan de información y que los tienen en el estrés total porque primero deben recopilar información, seleccionarla por alumno, materia y emitir una evaluación al respecto. En este sentido, que fácil es pararse frente a una pantalla para difundir mensajes alusivos que las autoridades educativas, directivos, docentes y demás están haciendo su mayor esfuerzo para que no se pierda el ciclo escolar; cuando en realidad dejan entrever que las autoridades educativas llámese Secretario de Educación de los niveles federal y estatal han dejado entrever su desconocimiento de la realidad que viven la mayor parte de las escuelas, empezan- do porque muchas de estas no cuentan con internet, no cuentan con luz, una computadora o teléfono inteligentes y así pudiéramos seguir numerando un sinfín de desventajas a las que se enfrentan para poder cumplir con lo que se les pide. No hay que pasar por alto que no todo lo que viven ellos en las escuelas ubicadas en la ciudad corresponde a las ubicadas en lugares semiurbanos, rurales, rancherías o zonas indígenas que distan mucho de la realidad de la que expresan estos servidores públicos. Para ejemplo, es de resaltar el comentario que hace unos días hiciera el secretario Esteban Moctezuma en relación a la cantidad de alumnos que se cuenta por salón, que a decir de él no pasan de 20 cuando la realidad en varios municipios del Estado de México hay instituciones que rebasan los 40 alumnos y de esto estamos seguros en titular en esta entidad Alejandro Fernández Campillo no ha de tener conocimiento de ello, por lo que debe salir un poco a campo de sus oficinas ubicadas en Lerdo 300… Muy grave son los audios que se han estado difundiendo en varios municipios por redes sociales y que mucha gente sin conocimiento de causa hace caso a este tipo de aseveraciones que lo único que ha generado es caos, disturbios y vandalismo; son pocos los Ayuntamientos que han logrado contener y convencer a la población de que son casos aislados que solo genera zozobra e incertidumbre y es muy lejana la posibilidad que el mismo gobierno a través de las diferentes instituciones de seguridad pretenda llevar a cabo un contagio masivo, ya sea a través de la sanitización o con la aplicación de vacunas; no todos los Alcaldes son líderes de opinión y de ser escuchados; en el caso de San Felipe del Progresos, Atlacomulco, Ixtlahuaca y parte de Villa Victoria han logrado convencer a los lugareños de hacer caso omiso a estos mensajes, pero sin poder respetar la Sana Distancia, ni la congregación de un número significativo de personas para evitar el contagio. Es obligación de los tres órdenes de gobierno investigar y dar con los responsables de este tipo de acciones que lo único que generan es desconfianza y confrontación como ya sucedió en el municipio de Otzolotepec y en breve pudiera pasar por lo mismo Temoaya, Valle de Bravo, entre otros. Detrás de estas acciones, no sería nada raro que estuvieran inmiscuidas personas ligadas al PRI, tal cual en días pasados me dejaron entrever unos conocidos del municipio de Almoloya de Juárez, donde también destrozaron una patrulla como muestra de inconformidad, desesperación e incertidumbre por la que pasan los lugareños. Además, no podemos pasar por alto que en estos menesteres, el presidente municipal priista de Villa Victoria Mario Santana Carbajal se conduce como pez en el agua, tergiversa la información a su conveniencia, rumores que ha puesto en marcha en diferentes etapas de su vida política; recuerdo que gente cercana a él hiciera un comentario en relación al “supuesto” tigre que se escapó en Valle de Bravo, que ese tipo de comentarios, ya los habían puesto en práctica en una ocasión anterior.
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