En las últimas semanas, en el Estado de México se aprecian en lugares estratégicos por diferentes municipios la imagen de políticos de los diversos institutos partidistas que buscan ser tomados en cuenta primero para la elección interna y luego como posibles candidatos a la contienda electoral que se avecina en el 2023 rumbo a la renovación de la gubernatura mexiquense.
La publicidad disfrazada tanto por panistas, priistas, perredistas, morenistas, verdeecologistas, MC, entre otros, debe de ser fiscalizado por los institutos electorales, entre estos el Instituto Electoral del Estado de México, el Tribunal Electoral y así poder transparentar la no aplicación de recursos públicos, en asuntos político-partidistas.
Es de mencionar, que los espectaculares -principalmente-, así como las bardas pintadas en diferentes puntos, ahora van acompañadas por leyendas o logotipos e imágenes de portada de empresas periodísticas que se prestaron a un doble papel, el de la “supuesta” publicidad y la promoción del aspirante.
Es de subrayar que en la entidad mexiquense, estamos a 10 meses de que se realice una de las contiendas electorales más reñidas y que pudiera pasar a la historia por la posible transición que se estaría dando, después de más de 80 años de gobiernos emanados por políticos representantes del PRI.
No por ello, los que aspiran a participar en la elección interna de cada partido político y luego convertirse en candidatos pueden pasar por alto los lineamientos que marca la ley electoral y estarse promocionando, en una campaña disfrazada, aún y cuando el árbitro electoral no ha declarado el inicio de la contienda electoral.
El dinero utilizado por los actores políticos para esta promoción de imagen, se debe de transparentar y más cuando muchos de ellos se han mostrado a favor de conducirse bajo los principios de la transparencia y en el caso de los medios de comunicación de igual forma deberán presentar la documentación pertinente y esclarecer si no están jugando el papel de prestanombres.
Corresponderá al Instituto Electoral del Estado de México -ahora que regresen de vacaciones- y al Tribunal Electoral en caso de que se haya presentado una denuncia al respecto, emitir un juicio oportuno, legal y sin dados cargados para ninguno de los participantes sobre este adelanto de precampaña y publicidad disfrazada.