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Artículo.- Se quitaron las cadenas pobladores de Texcapilla

Incontrolable la inseguridad que prevalece en la Zona Sur del Estado de México, el enfrentamiento registrado el pasado viernes 8 de diciembre en la comunidad de Texcapilla perteneciente al municipio de Texcaltitlán, donde campesinos que se dedican a la siembra de haba y avena cansados del cobro excesivo de extorsiones por individuos identificados con grupos de la delincuencia organizada, decidieron poner un alto a esta problemática tomando la ley en sus manos.

El hartazgo pudo más que el miedo, la zozobra y la incertidumbre de los pobladores para hacerse justicia por su propia mano, ante la apatía y falta de respuesta de las autoridades de los tres órdenes de gobierno para garantizar la paz y seguridad que es un derecho constitucional el cual debe otorgar el Estado.

Ante esta indiferencia, lo único que se provocó es dejar ver al “mexiquense bronco”, quienes acabaron con al menos 11 maleantes, usando tubos, palos, machetes y armas enfrentando a este grupo que los tenía amenazados.

Bien dice la canción que se compuso por esos lamentables acontecimientos donde las imágenes han dado la vuelta al mundo: se soltó la balacera y empezó a correr la gente. Hoy la muerte los espera, de la mano de un machete, de inmediato le atoraron y se prendió el jale en caliente.  Siempre va a ser recordado el nombre de aquellos valientes”.

Las extorsiones son muy comunes en diferentes ámbitos laborales, desde la albañilería, las construcciones, venta de pollo, transportistas, materialistas, taxistas, entre otros, quienes han sido presa fácil de los que según ellos brindan protección para dejarlos trabajar.

Fueron los campesinos de Texcapilla quienes demostraron que cuando se quiere se puede haciendo énfasis a aquel conocido refrán: “el valiente dura, hasta que el cobarde quiere” y aunque los pobladores perdieron a tres de sus vecinos, coincide con una de las estrofas de ese corrido que se compuso “se han quitado las cadenas, pueblo revolucionario”.

Estos lamentables sucesos se suman a lo ya acontecido en el mes de marzo del año 2021 donde un convoy de elementos de diferentes corporaciones policiacas fue emboscado en el municipio de Coatepec Harinas, perdiendo la vida 13 uniformados 8 de la Secretaría de Seguridad y 5 de la Fiscalía Estatal; acontecimiento donde cobró relevancia la muerte de un pequeño mono araña que acompañaba a uno de los sicarios.

En el año 2022 en este mismo municipio de Texcaltitlán, el 14 de junio elementos de la Fiscalía apoyados por la Secretaría de Marina, de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad se enfrentaron con integrantes de una célula delictiva donde perdieron la vida 24 personas, 12 por bando.

Según datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ha reconocido que en la Región Sur del Estado de México operan varios grupos delincuenciales principalmente los identificados como la Familia Michoacana, declaración que se hizo cuando se atacó la base de operaciones de esta institución ubicada en el Ayuntamiento de Sultepec.

Es de mencionar que en años anteriores los municipios de Sultepec, Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas, Zacualpan, Texcaltitlán e Ixtapan de la Sal, entre los principales han sido los lugares donde se han registrado emboscadas contra policías estatales, perdiendo la vida alrededor de 20 uniformados.

En este sentido se tiene ubicado que el 18 de marzo de 2021 en el municipio de Coatepec Harinas hubo 13 bajas, en 2019 se atentó contra Mauricio Blancas, Fiscal Regional de Ixtapan de la Sal y en agosto de 2021 sufrió un atentado la Alcaldesa electa del municipio de Pilcaya Guerrero Sandra Velázquez.

Este es un acto de barbarie y falta de atención a las peticiones ciudadanas por parte de las autoridades, que si bien es cierto en la entidad mexiquense tienen 3 meses de haber asumido esta responsabilidad, los datos que plasmamos líneas arriba son de años anteriores que se vienen arrastrando sin que haya solución a esta problemática. La pregunta es ¿Qué municipio o comunidad será la que sigue? 

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