La Cuarta Transformación en el Estado de México se encuentra paralizada, el proceso de cambio que tanto se vendió como propuesta política de campaña, no se ha logrado aterrizar en ninguno de los rubros de la administración pública estatal; la excusa la falta de recursos económicos.
El único cambio que está a la vista de todos es que hoy a los mexiquenses que habitan en los 125 Ayuntamientos los gobierna, la primer mujer emanada de un partido opositor al que por décadas había ostentado el poder en esta entidad federativa.
Estamos a poco más de 100 días que se realice el proceso electoral en el Estado de México donde se habrán de renovar las 125 Presidencias Municipales y los 75 Diputados de mayoría relativa y proporcional y no hay con que sustentar a los aspirantes del partido en el poder y sus aliados.
En breve, estaremos siendo testigos del discurso trillado que tanto criticaron de los del partido tricolor, pidiendo un voto de confianza por ser la mejor opción. Lo cual no se ha visto en estos cuatro meses del sexenio morenista, que en el rubro que se analice no hay avances significativos.
El pasado martes 16 de enero, se cumplieron cuatro meses que tomó protesta la Gobernadore de uno de los estados más importantes; tiempo en que los casi 18 millones de mexiquenses están esperando la etapa de transformación a la que se comprometieron. Bueno, ni los retes de la policía estatal los han podido quitar, aún y cuando los legisladores de la fracción guinda en el Congreso Local fueron duros críticos de estas prácticas.