*Nuevamente tratarán de influir en la elección de la nueva mesa directiva
Por: RAUL MARCELINO VICTORIA
Una Vez más, la Asociación de Periodistas del Valle de Toluca (APVT) tendrá elecciones internas para elegir nuevo comité directivo, y como en cada organización, el ambiente comienza a calentarse. Desde hace días se han conformado grupos para lanzar a su propio candidato, entre ellos, tres personas que desde hace varios años han estado logrando su objetivo: conformar una planilla con gentes afines y posteriormente ganar la elección.
Desafortunadamente, las tres personas han tenido poco éxito en el avance de la asociación, toda vez que hubo dos personajes que no trabajaron, por el contrario, mantuvieron a la APVT en el ostracismo. Sólo tres compañeros les han medio respondido, de tal manera que hasta fue adquirido un predio para la construcción de la sede de la misma, que no se ha realizado por la falta de recursos económicos suficientes; el proyecto cuesta una millonada.
De los tres compañeros que medio respondieron, uno se reveló a sus padrinos, fue más allá de la representación gremial. Primero buscó la candidatura para regidor en una planilla priista de Toluca, pero no llegó porque el tricolor perdió los comicios ante el Partido Acción Nacional.
El aspirante a funcionario, tuvo fricciones con la dirigencia estatal del PRI, a quien le pidió la candidatura a alcalde de un municipio sureño, como no se la dieron, se fue a otro partido, sin conseguir su meta en dos ocasiones; razón por la cual recibió todo tipo de presión, inclusive el desconocimiento como militante de la APVT por parte de una dirigencia.
Prisco Arciga Alcántara, compañero que en unos días se le vencerá el periodo, hizo todo lo que pudo por impulsar la unidad del gremio periodístico; a veces tuvo éxito, a veces no. Aún cuando lo dejaron diversos integrantes de su Comité electo, no se dio por vencido y junto con la tesorera Adriana Tavira siguió adelante; trabajó ajustándose a los estatutos, porque en este sentido, él es muy respetuoso de las normas internas.
En la reciente entrega de la Presea “Manuel Buendía Téllez Girón”, en la Casa de las Diligencias de la Universidad Autónoma del Estado de México, ubicada en Toluca, Prisco no se aguantó y resaltó que su administración no fue nada fácil, que le tocó una época mucho muy difícil. No obstante, se sostuvo y deja buenas cuentas. Y ofreció su mano amiga y su asesoría por si la nueva mesa directiva requiere de consejos.
“Ahora si me vas apoyar”, le manifesté a Eliseo Lugo Plata director del diario Impulso al término del evento antes mencionado. “¿Con cuánta gente cuentas?”, me inquirió. “Con unos 20 compañeros”, contesté. Cayó por un momento, se acarició el mentón. “Dame tu número de teléfono para platicar”, repuso. Le di el número de teléfono de mi casa, aunque sé que nunca me va hablar.
“Se requiere a alguien que trabaje en un medio grande, por ejemplo un diario. Cuando dirige alguien que trabaja en un medio pequeño no es tomado en cuenta por las autoridades”, añadió Lugo Plata. Para nulificar eso, hay que hacer un nuevo congreso estatal, sugerí. “Puede ser que dé resultados, lo platicamos”, acotó.
Desde esa ocasión, supe que una vez más no tenía el apoyo de quien en mi época de Presidente de coyuntura, fue Secretario General de la APVT. Juntos sacamos adelante varios proyectos, entre ellos la realización del Primer Congreso Estatal de Periodistas del Estado de México en noviembre de 1994, donde por consenso de 17 agrupaciones representativas acordamos celebrar el 11 de abril el Día del Periodista Mexiquense. No me apoyará Eliseo porque quien esto escribe subsiste con la edición modesta de un periódico sencillo pero donde le damos el lugar que se merecen los géneros periodísticos, hasta publicamos una página de cultura como una aportación a la sociedad en su conjunto. No me apoyará porque Lugo ya no quiere nada con congresos estatales. Sus razones tendrá.
Seguramente esta ocasión no será la excepción de que las tres personas que se han enquistado en la Asociación de Periodistas del Valle de Toluca vayan a apoyar a alguien “con figura, con fuerte imagen”, para que las instituciones los tomen en cuenta. Nuevamente se les revertirá su proyecto, pues han fallado en estrategias. Antes eran 125 militantes apevetistas, hoy no pasan de 65, es decir, van hacia abajo. Para colmo, la situación se ha tornado muy difícil para los comunicadores y editores ante la veda de publicidad. Por si fuera poco, el gobierno de Eruviel Ávila Villegas no quiere una buena relación con los medios de comunicación mexiquenses.
Lástima, las llamadas cúpulas no se dejen ayudar a las bases de la APVT. Para tener una excelente representación no hace falta trabajar en un diario, en radio o en televisión, basta la intachable y seria trayectoria; sea uno empírico o egresado de alguna facultad universitaria. De cualquier manera, que les vaya bien. Ojalá no les falle su nuevo presidente, como lo hicieron dos anteriores.