*Las pésimas políticas de los gobernantes solo crean caos y pánico
*Los tres niveles de gobierno son los promotores del desempleo
La economía subterránea sigue ganando terreno en los estados del país, por la falta de interés de la clase política para impulsar verdaderos proyectos tendientes a generar empleos, promoviendo tanto la atracción de capitales extranjeros, como capital mexicano.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en marzo de este año el desempleo subió 5.01 por ciento; fenómeno que seguramente irá en aumento tras la decisión del gobierno federal de reducir a 3.1 por ciento el pronostico de crecimiento para 2013..
Así, de los 115 millones de habitantes, se ven afectados el 57.83 por ciento de la población de más de 14 años, o sea, 86 millones de habitantes, que es la Población Económicamente Activa (PEA), por lo que la administración en curso debe de hacer una revisión a su política económica y social.
No solo la actuación cotidiana del crimen organizado, que cobra vidas y/o crea pánico con amenazas y secuestros, inhibe la inversión de capitales tan necesarios para mantener ocupada a la población, ganando salarios que les permitan sostener a sus familias.
A pesar de lo que digan los tres niveles de gobierno, de que vamos por el buen camino para la recuperación económica, la verdad es que no. No se han estado creando los empleos necesarios que permitan a las familias vivir bien, como lo consagra la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por el contrario, por la falta de garantías, la iniciativa privada ha estado despidiendo gente.
De los gobiernos municipal y federal, ni se diga. Atendiendo las recomendaciones de organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), han estado recortando la planta laboral.
Lo más cruel es que sean las propias autoridades quienes no acepten mover en verdad la economía del país, pues son ellas mismas las que detienen el circulante de dinero al no realizar obra pública masiva que beneficie al colectivo.
En el campo editorial, son las propias autoridades las que han cerrado la llave a periódicos, semanarios, quincenales y revistas, para hacer una depuración con el pretexto de la austeridad, cuando de este rubro dependen miles de familias.
¿Por fin, el gobierno federal que encabeza el atlacomulquense Enrique Peña Nieto quiere mover a México?. Y es que no se nota, cuando son los propios funcionarios los que generan la crisis, el pánico, como ya se dijo, por un lado despidiendo personal, por el otro dando de baja a proveedores.
Las campañas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que los contribuyentes presentes sus declaraciones, son en vano si las autoridades ponen trabas para girar el dinero. Quienes tenemos la disciplina de tributar, nos apena no poderlo hacer; declarar en ceros porque no tenemos ingresos.
Lo más lamentable es que en estos tiempos de crisis, provocada por el propio gobierno, haya políticos que se roben de manera descarada el dinero juntado por el cobro de impuestos, como ocurrió en un estado del suroeste y, como siempre, se deje pasar el tiempo para no actuar conforme a derecho.
Que lamentable que por calles y avenidas veamos a mucha gente abrir un modesto negocio afuera de su casa, para no dejarse vencer por esa crisis institucional; para darle de comer a los vástagos y, de paso enviaros a la escuela a estudiar, a prepararse, porque un ser humano instruido es un ser libre.
Si a lo anterior le aunamos las acciones persecutorias de parte de las autoridades municipales, el asunto se complica aun más. Con la ley del garrote lo único que se logra es la proliferación de la deshumanización, de la intolerancia. Pero así actúan los políticos para justificar su ineptitud.