Desde que Enrique Peña Nieto fue gobernador del Estado de México la infraestructura carretera y en vialidades ha crecido considerablemente; en esta administración, con el gobernador Eruviel Ávila Villegas, se siguen priorizando estos proyectos, por lo que la entidad se ha consolidado como la mejor comunicada del país.
Existe el Arco Norte, el Circuito Exterior Mexiquense y el segundo piso del Periférico, sólo por mencionar entre los más importantes. Con el respaldo del gobierno estatal se construyen nuevas vías, por ejemplo la que facilitarán la comunicación con Tuxpan, Veracruz.
A todo esto se suma los medios de transporte público, como es el caso del Mexibus, que ya cuenta con varias rutas y se trabajan en nuevas.
Un proyecto federal muy importante para el Estado de México es el tren de Alta Velocidad México-Querétaro, pues cruzará por la entidad; sin embargo este ha sido cuestionado en su proceso de licitación, pues 16 grandes empresas declinaron a este proyecto.
Sólo hay un participante conformado por China Railway, GIA+A, Constructora Teya, Prodemex y GHP Infraestructura.
Además de esto, la Constructora Teya es propiedad del cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Los reportes revelados en diversos medios de comunicación indican que esta empresa también pertenece al grupo empresarial Higa, el cual edificó obras públicas emblemáticas cuando Peña Nieto gobernó el Estado de México.
Y para rematar el proyecto de esta empresas está presupuestado en más de 58 mil millones de pesos, 21 por ciento más cara de los presupuestado por el gobierno federal (40 mil millones de pesos).
Cabe mencionar que las 16 empresas que declinaron en la licitación, fue porque el plazo para realizar el proyecto y presentarlo era muy corto y les resultaba imposible realizarlo. El gobierno federal asegura que dio el tiempo suficiente, sin embargo la exigencia es que se transparenten más los procesos, pues existen varios puntos que motivan a suspicacias.
Y estas suspicacias llevaron al gobierno federal a cancelar la licitación y anunciar que en próximas semanas se lanzará una nueva convocatoria de licitación.
Esta medida no tiene precedentes y esperemos que realmente sea para bien, para garantizar la transparencia, para asegurar un mejor proceso de licitación, donde participen más empresas, que se realice una obra de alta calidad y que responda a las exigencias de la ciudadanía.
Y todo es necesario porque la cancelación de la licitación trae consecuencias jurídicas y económicas, además de que se lanza el mensaje de que el gobierno federal no está realizando de manera correcta las licitaciones y que debe mejorar en este sentido, principalmente para que no queden dudas sobre los procesos, que no se presentes irregularidades y no se presuma que se beneficia a ciertos personajes o sectores.
Además también asignar presupuestos justos, para que la ciudadanía no termine pagando las obras, para que los costos de carreteras y de los transportes no sean tan elevados, que hace imposible que todos los aprovechen, como es el caso del Circuito Exterior Mexiquense, a cargo de la empresa española OHL.
Leave feedback about this