El Grupo Atlacomulco busca a toda costa tener el control del país, empezando por el Estado de México, lugar que le fue arrebatado por el actual gobernador Eruviel Ávila Villegas.
Se cuenta, que en las pasadas elecciones a gobernador, el oriundo de Ecatepec amenazó al PRI con abandonar las filas del partido si no apoyaban su candidatura y se buscaría el apoyo de otro partido.
Como Ávila Villegas contaba con una pujante popularidad, los priistas y el Grupo Atlacomulco no tuvo más que ceder.
Sin embargo, en estas elecciones intermedias el Grupo Atlacomulco busca volver a posicionarse, coucheando a Alfredo del Mazo Maza con una diputación federal, para después impulsarlo como candidato a gobernar del Estado de México, así lo refieren diversos análisis políticos de especialistas.
Aunque es importante referir que el Grupo Atlacomulco no la tiene nada fácil, por los varios y graves tropezones de sus integrantes, empezando por los de presidente de la República, Enrique Peña Nieto, cuyo gobierno sigue a la deriva, por mucho que quieran ocultarlo.
Como primer tropiezo está el caso Ayotzinapa, que le costó el cargo de procurador a Jesús Murillo Karam. A siete meses del asesinato de 43 estudiantes de la normal rural de esta localidad del estado de Guerrero, el gobierno federal no ha impartido justicia y sus argumentos resultan absurdos.
Otro dolor de cabeza para Peña Nieto ha sido la nombrada Casa Blanca, sobre lo cual no se ha aclarado el tráfico de influencias, el apoyo a empresarios, la proveniencia de los recursos, entre otras cosas, que derivaron, según la propia Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en la salida de la periodista Carmen Aristegui y su equipo de trabajo de la empresa MVS Radio.
Además existen otros personajes del Grupo Atlacomulco que no han desempeñado un buen papel, el más reciente David Korenfeld, quien tuvo que abandonar la dirección de la CONAGUA, pues el servidor público utilizó para uso personal un helicóptero del organismo.
Este personaje labró su carrera en el Estado de México, de donde es originario, siendo presidente municipal de Huixquilucan, secretario de Agua y Obra Pública, durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto, entre otros cargos.
Otro caso de relevancia, es el de Alfredo Castillo Cervantes, quien fue enviado a Michoacán para resolver el problema del crimen organizado y el surgimiento de las autodefensas. Sin embargo, el gobierno federal lo tuvo que remover, argumentando que estaban politizando las cosas y minimizando los resultados, a pesar de que el nombrado comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán fue acusado de proponer sobornos y hacer amenazas.
Antes de su partida a Michoacán, Castillo Cervantes fue procurador federal del Consumidor; mientras que en el gobierno estatal de Enrique Peña Nieto fue procurador General de Justicia, donde se hizo famoso por el caso Paulette, que terminó sonando a la clásica “caja china”, un recurso muy recurrente de este Grupo Atlacomulco y sus gobiernos.
Y ahora, para no dejarlo desprotegido, salta del ramo de la justicia al deporte, dirigiendo a la Comisión Nacional del Deporte (CONADE).
Y por último, pero no menos importante, es esencial nombrar a Arturo Montiel, quien cuenta con numerosas propiedades, adquiridas durante su época como gobernador; quien es buscado por la justicia francesa por haberse quedado con sus hijos, a pesar de que la custodia fue para la madre.
Leave feedback about this