¡CONQUISTA DE LA LIBERTAD!
Al cinco para las ocho de la mañana, del día siete de septiembre de dos mil quince, unos en grupo, otros en pares e incluso solos, fueron llegando a la cita de la ra-
tificación de afiliación al Sindicato Unificado de Maestros y Académicos del Estado de México (SU- MAEM).
“Es la primera vez que entró a un Tribunal, había escuchado de su existencia, pero a ciencia cierta no sabía que aquí es en donde se registran a los sindicatos, estoy emocionado, cuando me dijeron que viniéramos para decir que estamos en el nuevo sindicato (SUMAEM), porque mi nombre aparece en una lista, me sentí afortunado, voy a ser parte de la historia que transformará la mentalidad de muchos maestros, tendré mucho que contar a mi gente, esto no lo vive cualquiera, es un honor ser diferente, sobre todo cuando se sabe a qué se viene…”, dice emocionado el maestro Francisco, que salió de su hogar a las cuatro de la mañana para estar a tiempo en la comparecencia en el Tribunal Estatal de Con- ciliación y Arbitraje.
“La verdad no entiendo por qué muchos maestros, tienen miedo de llegar aquí ─al Tribunal─, esto no es cosa de miedos, la libertad es el respeto a uno mismo, es dar cauce a ese sentimiento que nace en el estómago con tanta fuerza, que da sentido a lo que sientes para hacer respetar tú decisión en algo, que no es ocurrencia, porque es pensado, si quienes iniciaron el sindicato aguantaron todo, por qué nosotros no contribuir a que ya no nos afilien sin considerar nuestra voluntad, como ocurrió con nosotros mismos en el otro sindicato, de la noche a la mañana ya te estaban cobrando tú cuota, sin que lo hubieras autorizado, sin que fuera mi voluntad, no concibo eso, hoy quiero decirle a la autoridad que soy del SUMAEM, porque así lo quiero, na- die me obliga, ni aunque me amenacen no voy a cambiar mi determinación, voy a defender esta que es mi decisión…”, dice totalmente emocionada la maestra María de los Ángeles, mientras sostiene en sus manos un vaso de atole caliente preparado para la ocasión.
“Cuando me enteré que había otro sindicato, no lo creí, pero luego fui buscando información y bus- qué a uno de los integrantes, así supe cómo se afilia uno, debo confesar que cuando tuve en mis manos el formato de afiliación hace ya tres años, no daba crédito a que fuera realidad, por supuesto que me afilié, cuando fui conociendo sus estatutos, la forma en que se defienden desde la ley, me dije: de aquí soy, a estas alturas le digo a mis compañeros, no hay nada como acusar al que te molesta, si estas solo o sola quizá sea más difícil, pero en equipo las cosas cambian, si podemos cambiar a nuestro país, aquí está un ejemplo, para que existiera nuestro sin- dicato fue necesario que cambiaran algunas cosas en la Ley y acá estamos, con honor y orgullo soy del SUMAEM y no afecto a nadie, solo fui libre en tomar esta determinación y vengo a firmar lo que sea, este es mi sindicato y lo defiendo como estamos aprendiendo, con el derecho como dicen los aboga- dos…», comenta a otros maestros la profesora Lizeth.
Entre risas y comentarios, se formó un buen am- biente, las comparecencia de ratificación empe- zaron después de las ocho con quince minutos, el espíritu de libertad sindical se respiraba en el aire de los muros y mostradores del Tribunal Estatal de Con- ciliación y Arbitraje, uno a uno fue llamado, prime- ro a comparecer y después de varias horas a firmar el acta que queda para la historia de la Educación Pública del Estado de México, coincidentemente en este mes patrio, de independencia y libertad, es no- toria la actuación del Sindicato Unificado de Maes- tros y Académicos del Estado de México (SUMAEM) por consolidar la Libertad Sindical, ganada ya sin armas de fuego, si con el arma de la Ley para todos los maestros de nuestra entidad.
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