La misoginia y la desigualdad de género es algo que aún está presente en la sociedad mexiquense; todavía hay quienes piensan que las mujeres, por cómo se visten, abren las puertas a la agresión sexual; hay quienes piensan –tanto ellos como ellas- que son el sexo débil, que no están capacitadas para ciertos trabajos, no que tienen las facultades que los hombres, etcétera.
Este tipo de pensamientos arrastran a la violencia, desde el piropo presuntamente inocente hasta un feminicidio.
La sociedad, desde nuestras casas, la escuela, el trabajo, la calle y todo lugar que ocupamos, debemos cambiar estos pensamientos, hablar tanto de nuestras diferencias como de nuestras igualdades; educando de manera a los niños y jóvenes, motivando el respeto al otro, sin importante que este sea mujer y hombre, que tenga una preferencia sexual diferente a lo convencional, que tenga alguna discapacidad física, etcétera.
Si los pensamientos discriminatorios y hasta xenofóbicos persisten, la violencia a la mujer y hacia otros sectores no cambiará; es por ello, que también el gobierno debe de actuar, utilizar a los medios de comunicación para dar información útil, capacitando a las familias, a los maestros, a los estudiantes, a los funcionarios…, pero con el verdadero propósito de que esto tenga una realidad finalidad y solución.
También las autoridades judiciales deben actuar y de no ser partícipes de esta violencia, por que quién no ha sido víctima del abuso policial, incluso, hay policías que miran de manera intimidante a mujeres guapas.
El gobierno estatal insiste en que el Estado de México está muy lejos de ser la entidad del país con mayor incidencia en feminicidios; aseguran que hay 1.75 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que otros estados la cifra era de 6.61, tendencia que continúa hasta la fecha; sin embargo, habría que agregar que es el estado con mayor población, la cual ya rebasa los 15 millones de habitantes.
Bien es cierto que se creó la Subprocuraduría para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, así como las Fiscalías de Feminicidio, Trata de Personas y de Personas Desaparecidas, además de 14 agencias del Ministerio Público especializado en violencia familiar, sexual y de género, pero cuántos han sido los detenidos, a cuántas mujeres y a cuántas familias se les ha hecho justicia.
Las cifras oficiales dicen que se han registro de 234 casos de feminicidios, de los cuales, 143 ya fueron judicializados con 69 sentencias condenatorias.
Sin embargo, las autoridades no contabilizan a las mujeres desaparecidas, incluso se atreven a decir que escapó con el novio; también hay casos que no los registran como feminicidios, pues a su parecer no se reúnen las condiciones.
El endurecer las posturas y las penas no van inhibir a los delincuentes, pues de cualquier forma no los atrapan, siguen libres, operando en total impunidad.
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