La Iglesia Católica y sus feligreses se encuentran de fiesta con la visita del Papa Francisco, sin embargo en México no todo es fiesta, incluso los lugares a los que acudirá demuestran que el jerarca católico sabe perfectamente lo que sucede en nuestro país.
Previo a la semana de la llegada de Francisco, sucedieron dos hechos que ensombrecen más la historia de esta nación, del periodismo mexicano y de nuestra seguridad.
Primero se encuentra muerta a la periodista veracruzana Anabel Flores Salazar, a quien ahora vinculan con el crimen organizado, lo cual desconcierta y hace especular, pues a lo largo de la administración del gobernador priista Javier Duarte se han registrado el asesinato de 17 periodistas, pero quién lo cuestiona.
Sin duda, esta muerte reitera que México es un país peligroso para ejercer el periodismo, por lo que Amnistía Internacional hizo un llamado al gobierno de México para tomar acciones decididas para proteger a quienes ejercen el periodismo y/o trabajan en los medios de comunicación.
“Dejar sin protección a quienes trabajan para exponer la sombría realidad de los abusos que se cometen en México equivale a tratar de barrer esos abusos debajo de la alfombra”, señaló el organismo de derechos humanos.
El otro trágico hecho fue lo que sucedió en el penal de Topo Chico, en el estado de Monterrey, donde los reos se amotinaron y el saldo fue de 49 muertos y 15 heridos.
Una vez más se exponen todas las deficiencias del sistema carcelario, de la saturación de las prisiones, la venta de drogas, la prostitución y todo lo que pasa en estas universidades del crimen.
Sin embargo, todo esto se vio opacado con la visita del Papa Francisco, la venda perfecta para muchos mexicanos, pero no olvidemos que el Papa argentino estuvo en Ecatepec, un municipio poco seguro para las mujeres; hoy se encuentra en Chiapas, uno de los estados más pobres del país, donde viven los zapatistas que le tiraron el teatro a el ex presidente Carlos Salinas de Gortari; mañana estará en Michoacán, un estado donde el crimen organizado ha cobrado muchas vidas; y concluirá su visita en Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde sus muertas viven sin justicia, donde se nota la necesidad de los migrantes y donde se ubica una las cárceles más peligrosas de Latinoamérica, que por cierto visitará Francisco.
Por esta visita los diferentes gobiernos se han dado a la tarea de embellecer el panorama, sin embargo, el mensaje de paz que traiga el Papa Francisco, lamentablemente, no hará que las cosas cambien, el criminal no se volverá bueno, el mal empresario no dejará de explotar a sus trabajadores, el político malo no dejará de ser corrupto, la gente no dejará de vivir en la miseria.
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