Editorial.- Descomposición Social

A veces uno se pregunta si la humanidad siempre ha estado descompuesta, sólo que ahora hay más valor para denunciar actos aberrantes y más medios para hacerlo, o si la descomposición social ha ido en aumento y cada día se vuelve más atroz.

Y es que en las últimas semanas nos ha tocado enterarnos de hechos que asustan, que lastiman, que molestan, que entristecen. Los crímenes: torturas, asesinatos y abusos sexuales; las víctimas: niñas, niños y mujeres.

En el Estado de México, en Puebla, en Monterrey, en Veracruz, en Guerrero, en todas las entidades, en algunas más, en otras menos, se sabe de mujeres, jovencitas que fueron asesinadas, muchas de ellas por familiares o parejas que decían amarlas.

La semana pasada, hasta el cierre de esta edición, se presentó la muerte de cuatro mujeres. En Ecatepec la encontraron con un balazo en la cabeza; en Polotitlán encontraron a una joven, de aproximadamente 25 años, en un basurero, con contusiones en la cabeza; en Chalco la mujer tenía la cabeza vendada, maniatada y un disparo de arma de fuego en la cabeza; mientras que en Chimalhuacán, el cuerpo desmembrado de una mujer fue hallado en dos bolsas de plástico negras en la colonia San José Buenavista.

En otros estados, como Puebla se han conocidos de casos de jóvenes que asesinan a sus novias por quedar embarazadas y nos preguntamos qué está sucediendo con estos chicos que llega al grado de convertirse en asesinos o violadores, como el caso de Veracruz y los “Porkys”.

Otro caso reciente, fue el asesinato de una joven de 17 años en Monterrey; su novio de 23 años le disparó en el cuello y la mató. La tía de la chica escribió una carta y la publicó en Facebook y les compartimos un extracto de esta, donde hace un llamado a las familias a proteger a las jovencitas y que se puede extender a las mujeres en general:

“Ayer entre toda la tragedia, el hospital, las lágrimas, la incomprensión me tocó ver al asesino mientras lo subían esposado en una patrulla. Es sólo un muchacho pensé. Qué estaría pensando mientras lo hacía? Cuál fue el detonante? qué podemos hacer nosotros como padres, como sociedad para evitar que jóvenes como él, o como cualquier otro, se conviertan en asesinos potenciales? Qué podemos hacer nosotros como padres para prevenir esto con nuestras hijas. No se trata de prohibirles, de aislarlas, ni de no dejarlos ir a ningún lado.

“Yo creo que se trata de empoderarlas. De que sepan decir no, y en el momento en que se pasen de lanza en ese momento denunciar. También se trata de que como padre, uno debe estar bien cerca, estar atento, de que cualquier señal que no nos cuadre, actuar en consecuencia. Mejor que lo tachen a una de paranoica o mal pensada a tener que pasar por tragedias como esta que no se le desean a nadie. Y no solo dejarlo ahí, hacer un pedote. Sí, porque debemos hacer pedote cuando alguien es misógino o está enfermo.

“Denunciarlo, evidenciarlo. Aunque nos digan ‘feminazis’ o viejas argüenderas (sic) o viejas locas. A estas alturas de la vida me vale madre que me digan eso.

“No dejar que ese ‘pasarse de lanza’ se convierta en un asesinato. Eso no es amor muchachas. Eso es obsesión, qué cosa romántica hay en que te disparen por ‘amor’? Los celos enfermos son peligrosos. Eso no es amor”.

Y para cerrar, como padres también debemos estar atentos de nuestros hijos más pequeños, escucharlos, creer y confiar en ellos, quizá sólo así podamos evitar que mal nacidos como “Rafa”, del Colegio Montessori Matatena, abusen de ellos.

Y autoridades, no sólo somos cifras, actúen, despierten y sean sensibles ante estos hechos.