Es un hecho que al interior de los penales de todo el país los reos ponen las reglas en ciertos aspectos, como el control de grupos, áreas y hasta por venta de drogas o prestación de diversos servicios, que aparentemente no deben existir en las cárceles.
También es un hecho que las cárceles están sobrepobladas, que hay abusos por parte de los custodios y corrupción en diversos niveles.
En conjunto todo esto genera mucha tensión, fricciones y descontento entre los internos, muchos de ellos consagrados en el crimen, por lo que siguen operando de manera igual o peor desde los penales, por lo que los también llamados centros de rehabilitación funcionan de manera contraria y no cumplen su función de rehabilitar para que estas personas se reincorporen a la sociedad, cumplan las reglas y no atenten contra el bienestar de otros ni de sus patrimonios.
El gobierno del Estado de México ha implementado una serie de medidas que pudieran ser positivas y un estímulo para la gente que ha cometido delitos menores, como es el caso de la liberación anticipada, cumpliendo su condena en libertad, con la condición de trabajar y siendo útil para la sociedad, además de portar un brazalete que lo mantenga siempre monitoreado
Esta medida, que apenas está en sus primeras etapas, pudiera ayudar a reducir la población de las cárceles, sin embargo, hay cientos de delincuentes que surgen todos los días, algunos aprendidos y que ocupan el lugar de los que pudieron salir, en consecuencia lo que hace más falta son las medidas preventivas, educación, trabajo y mejores salarios, principalmente, mientras el grueso de la población permanezca sin la garantía de estos derechos, el crimen no desaparecerá y la sociedad estará al merced de la delincuencia y de la injusticia, pues no hay policías ni cárceles suficientes para todos.
Este tema viene a colación por lo que sucedió hace una semana en el Penal de Barrientos, ubicado en el municipio de Tlalnepantla, que derivó en la fuga de tres personas, tras una riña entre los internos.
El secretario general de Gobierno, José Manzur Quiroga, precisó que el motín comenzó a las ocho de la noche por una disputa entre internos, lo que derivó en la quema de colchones y enseres, por lo que más de mil elementos de distintas corporaciones acudieron al lugar
Durante la refriega 10 internos resultaron lesionados, así como siete policías; sobre los reos evadidos uno lo hizo mientras estaba en una audiencia y los tres restantes desaparecieron en el transcurso de la noche.
Por esta razón, las autoridades estatales mantienen un operativo para su localización, pero también han ofrecido una recompensa de 300 mil pesos para quien de información que lleve a la captura de Ángel Roberto Chavero Hernández, quien está sentenciado por el delito de cohecho y homicidio a partir del 26 de enero del 2010; José Antonio Arvisu Caballero, quien estaba recluido por robo al interior de casa habitación a partir del 10 de julio del 2013 y Bernabé Ángel Ramírez, recluido por violación a partir del 20 de octubre de 2010.
José Manzur también indicó que José Luis Vega Carmona, director del Penal de Barrientos, así como José de Jesús Mejía Bernal, jefe de Vigilancia, fueron llamados a declarar ante el Ministerio Público para aclarar la situación que se registró al interior del Penal de Barrientos, determinar las causas y responsabilidades de los disturbios y la fuga de los tres internos.
Asimismo, aseguró que con la finalidad de combatir la sobrepoblación penitenciaria en el Estado de México, próximamente se inaugurarán cuatro centros preventivos en los municipios de Nezahualcóyotl, Tenango del Valle y Tenancingo, con lo que se contará con una capacidad de más 3 mil nuevos espacios.
Leave feedback about this