En México no se atiende, como se debiera, el grave problema de la desaparición de personas, cientos de madres y padres, familias enteras, muchas unidas en organizaciones, quieren saber el paradero de sus hijos, si están vivos o están muertos, siempre están atentos a cualquier información, que llega a cuenta gotas o simplemente no llega.
Otro problema que no se atiende como debiera, son las fosas clandestinas, los cientos de muertos que continuamente son hallados en la entrañas de este país manchado de sangre; y es que quizá por está continuidad a las autoridades ya no les sorprende, permiten que las fosas sean alteradas e, incluso, pasan por alto avisar a los familiares de personas desaparecidas, a los medios de comunicación y, en consecuencia, a la población en general.
Y es que en Huehuetoca, el pasado 9 de agosto, localizaron restos humanos en un pozo de extracción de agua, sin embargo, madres y padres de desaparecidos en el Estado de México fueron informados hasta el viernes 12 de agosto.
Al acudir al lugar de los hechos, integrantes de los comités de búsqueda ciudadana encontraron la zona acordonada, pero sin elementos de la Procuraduría General del Justicia del Estado de México, el lugar estaba abandonado, por lo que los trabajadores del Ayuntamiento de Huehuetoca continuaron con los trabajos de limpieza, alterando el lugar y las evidencias, sacando restos a los que les echaron cal por el mal olor.
Todo esto fue denunciado por los padres de familia y es cuando la noticia trasciende y es cuando, por fin, el procurador estatal, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, ofrece una conferencia de prensa.
Ha decir del funcionario hasta 12 personas podrían haber sido enterradas en esta fosa en una de las lumbreras de una estación de tren.
Informó que se han extraído 13 bolsas con restos óseos que contendrían entre 10 y 12 personas, sin embargo aclaró que esta es información preliminar debido a que es necesario la realización de pruebas periciales para determinar el número y la posible identidad de las víctimas.
“Los restos corresponden a seres humanos, como lo he señalado no podemos determinar en este momento cuantos podrían ser, pero a partir de la cantidad de restos óseos que se han rescatado y al menos un cuerpo que está en un grado mayor de descomposición estamos hablando que podrían ser entre 10 a 12 personas, y quiero reiterar que esto es un dato absolutamente preliminar y depende de la cantidad de huesos, bueno, restos que se han localizado”, señaló el funcionario.
El procurador indicó que hubo un primer hallazgo, a principios de julio, otros más a finales de este mismo mes; el resto de los cuerpos fue extraído por personal especializado, pues estaban a una profundidad de 30 metros. Sin embargo, recordamos lo que dijeron los padres de los desaparecidos, en el lugar no había personal de la Procuraduría y trabajadores de Huehuetoca alteraron las evidencias con sus labores de limpieza.
Según la PGJEM los restos óseos datan de al menos seis meses antes. “Estamos llevando acabo los primeros estudios, que son los de tratar de armar todos los restos óseos que pertenecen a un mismo cuerpo y diferenciarlos de los que pertenecen a otro cuerpo, en esa medida podremos ir determinando de cuales es posible obtener una muestra genética de manera inmediata, de no ser posible acudiremos a otras instancias”, dijo Alejandro Gómez.
Y aclaró que de ser necesario solicitarán la intervención de otras instancias para extraer el material genético de los restos, por lo que inclusive se contempla la posibilidad de incluir la participación del sector privado en este caso.
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