Como corresponde a la ley, los 125 presidentes municipales del Estado de México rindieron su primer informe de gobierno en los primeros días de diciembre.
En todos los casos, hablaron de las inversiones que se realizaron en obra pública, servicios, salud, educación, etcétera, asimismo lo que se realizó en materia de seguridad, uno de los mayores problemas del Estado de México.
Para los alcaldes cada una de estas acciones han garantizado una mejor calidad de vida de sus habitantes, así como el camino para seguir el desarrollo de su municipio.
Sin embargo, quienes llevamos muchos años cubriendo la información de los municipios, no distinguimos la diferencia de los informes de este año, a los de las pasadas administraciones hace uno, dos, tres, seis… años.
En cada uno se describen cuántas pavimentaciones se han hecho, cuántas despensas se han otorgado, cuántas patrullas se han comprado, etcétera, pero en un ningún informe se percibe si efectivamente estas acciones repercuten de manera positiva en la vida de la ciudadanía.
Por un lado, son acciones que por obligación debe realizar la administración y no son derivadas de la buena voluntad, pero además no son suficientes, pues al parecer no hay recursos suficientes para poder pavimentar todas las calles, colocar alumbrado público, electricidad, drenaje, etcétera en cada una de las colonias y comunidades.
Y es que los recursos se los recetan los mismos políticos en bonos navideños o de fin de año, como es el caso de los diputados federales, más los del PRD; no hay recursos porque gobernadores como César y Javier Duarte, uno del PAN y otro del PRI, se adueñan del erario público, y así los más abusivos se van quedando con el dinero de la población, mientras los otros, los que se dicen honestos y que combaten lo corrupción, se hacen los omisos ante estos hechos.
Los informes deberían ir acompañados de una evaluación sobre si los gobiernos están siendo efectivos con sus acciones, si la gente realmente tiene algún cambio en su vida con los programas sociales, si son funcionales los apoyos a los emprendedores.
El deterioro que vive el país es grave, la violencia avanza aunque los municipales desprecien las encuestas, la economía de las familias está en crisis, por lo que ya no se valen los discursos pomposos, ni que pasen otras administraciones municipales sin que en las localidades no haya una transformación para un real beneficio, pues no porque las casas tengan un cuarto más, piso de concreto o techo de losa, las familias no dejan de ser menos pobres.
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