Luis Zamora Calzada

Los Maestros No Aprenden

Sin temor a incurrir en error, es casi seguro que los maestros ya no se acuerdan del 29 de mayo de 2015, fecha en la que Emilio Chuayffet, entonces titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante comunicado 129  anunció la suspensión indefinida de la evaluación para el ingreso, promoción y permanencia en Educación Básica y Media Superior; la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente dependiente de la SEP, informó la búsqueda de nuevos  elementos a considerar en el proceso de evaluación, como causa de dicha suspensión definitiva.

El anuncio indudablemente se relacionó con la jornada electoral del 7 de junio de ese año, en la que se eligieron 2 mil 170 cargos de elección popular, distribuidos en 9 gubernaturas, 500 diputaciones federales, 641 diputaciones locales, entre otros; la estrategia fue utilizada para calmar el enojo de los maestros, causado por los agravios que provocaba la evaluación para la permanencia y ante el temor de que los docentes votaran en contra del PRI.

Al día siguiente de las elecciones que ganó el partido citado, el 8 de junio, Chuayffet ordenó la reactivación de los exámenes, dijo a los maestros que el anuncio realizado once días antes, no significaba una suspensión definitiva, únicamente fue un diferimiento; aseguró que el comunicado fue claro al señalar razones de “carácter técnico” (falta de espacios para la aplicación de las pruebas y por no contar con las computadoras necesarias) y “de carácter político que nos exigía mantener prudencia” ante el proceso electoral, explicó; claro todo fue para que no perdiera el PRI ante la inconformidad magisterial.

La evaluación inicio el 20, 21 y 22 de junio de 2015, los maestros se sintieron chamaqueados, fueron engañados por el estado, por la autoridad; los profesores que hicieron proselitismo a favor del partidazo se arrepintieron, aunque su dolor no les duró mucho, pronto olvidaron, como parece ocurrir con el gasolinazo y sus efectos en la economía de cada ciudadano mexicano que no es político.

Lo anterior por la simple y sencilla razón de que se está aplicando la misma estrategia en el Estado de México, a manera de ejemplo, se hizo público el oficio 114/2016-2017 de fecha 12 de mayo de 2017, signado por Enrique Solís Paz, supervisor de la zona escolar V016 de telesecundarias estatales, informando la suspensión de la evaluación para la permanencia a los docentes de ese nivel en los términos siguientes:

“Considerando el oficio 205110019/0936/2017 de la Subdirección Regional de Educación Básica de Cuautitlán Izcalli, relativo a las instrucciones de la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente para la Evaluación del desempeño ciclo escolar 2017-2018. Comunico a ustedes que a nivel de telesecundaria ya no está contemplado en este proceso de evaluación, por lo que queda sin efecto el listado de participantes que esta supervisión les había hecho llegar hace algunas semanas; por lo mismo ya no será necesario realizar el registro en la plataforma ni realizar aviso o documento alguno.

Les solicito que oportunamente den aviso a los compañeros y compañeras involucrados y rescaten la firma de enterados (a).”.

Lo anterior surge a dos semanas para la elección de la gubernatura del Estado de México, como era de esperarse la algarabía de los maestros de telesecundarias es obvia, evitar la temida evaluación para la permanencia con sus letales consecuencias, puede ser un incentivo para que acudan a votar por el candidato del PRI.

Sin embargo los resultados de esta probable estrategia no son los que esperaba la Secretaría de Educación estatal, en los niveles restantes no se han girado oficios que anuncien la suspensión de la evaluación, creando mayor descontento en los profesores, incluyendo a los docentes de secundarias generales, quienes se sienten discriminados ante esta gran injusticia del estado.

Los maestros de preescolar, primarias y preparatorias están indignados, consideran esta acción una afrenta del gobierno: “nos creen muy tontas o qué, el gobierno nos está viendo la cara y tenemos que reaccionar, algo tenemos que hacer de una vez por todas…”, dice enojada la maestra María, sin precisar que planean hacer.

Cabe resaltar que para los otros niveles educativos han hecho circular un formato de solicitud a la Coordinación Administrativa del Servicio Profesional Docente estatal, para manifestar su inconformidad y falta de disposición para aplicar el temido examen, carente de cualquier validez legal al no estar fundado ni motivado.

Es previsible que los maestros sean engañados una vez más, todo parece indicar que no aprenden todas las caras y estrategias del estado para someterlos y tenerlos a su servicio, en tareas ajenas a la educación que están obligados a impartir en las escuelas.