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Mosaico Mexiquense

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Nada que celebrar, el primero de mayo un día más en la vida obrera

 

No se pueden dar felicitaciones a los líderes sindicales, ya que, después del pasado 1º de mayo dieron muestra de que sus agremiados no son tan importantes, al menos, como ellos creen.

Y es que, mientras los obreros fueron llamados a asistir desde las 8 de la mañana a diferentes municipios para celebrar el Día del Trabajo, en un día muy soleado y caluroso, y pasaban las horas y la celebración no daba inicio, el ánimo de los obreros sindicalizados fue desbordándose en enojo y molestia.

Pero, estarían enterados los agremiados que mientras ellos esperaban a rayo de sol la llegada de sus dirigentes, éstos se encontraban en la capital mexiquense, reunidos con el Gobernador Ávila Villegas compartiendo el pan y la sal y departiendo entre risas y buenos augurios con los políticos, sin importarles que los empleados llevaban ya horas en las explanadas municipales esperando su llegada, que por cierto se prolongó por muchas horas.

Lo más lamentable de estos acontecimientos, es que, cerca de las 12.30 de la tarde hicieron su llegada, acompañados de los alcaldes respectivos, en una celebración que duró solamente unos minutos, y en lugar de un magno desfile, se vio el amontonamiento de los obreros en las explanadas, con caras de disgusto.

De verdad, que los líderes obreros como son la CTC, la CTM, la CROC, la COCEM, el SUTEyM por mencionar algunos, se burlan de sus agremiados, no respetan a la clase trabajadora, esa que si se parte el lomo por rendir frutos, para que otros se levanten el cuello con sombrero ajeno, pobre México que más le puede pasar, con líderes “charros” y oportunistas que solo explotan a la clase trabajadora pero no respetan en lo mínimo ni su propia sombra.

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