Calimaya / Estado de México
“Debemos recordar que la justicia, la igualdad y la libertad no son logros del pasado, sino ideales que debemos perseguir constantemente”, así lo manifestó el presidente municipal Óscar Hernández Meza al presidir la ceremonia por el 113 Aniversario de la Revolución Mexicana.
Asimismo, ante el contingente que participó en esta ceremonia convocó a reafirmar el compromiso con los principios de la Revolución Mexicana e invitó a construir un Calimaya donde la justicia social sea una realidad, donde la tierra sea de quienes la trabajan y donde la libertad sea la esencia de la democracia.
Hernández Meza señaló “la Revolución Mexicana nos enseñó que la unidad es nuestra mayor fortaleza. Cuando nos unimos, cuando trabajamos juntos por un bien común, somos capaces de superar cualquier obstáculo. Sigamos construyendo sobre los cimientos de aquellos que nos precedieron, trabajando por un México en el que cada voz sea escuchada, cada persona tenga acceso a oportunidades y donde la justicia sea la guía de nuestras acciones”.
El Presidente Municipal de Calimaya al hacer referencia a la gesta heroica de 1910 dijo que hace más de un siglo, un pueblo cansado de la opresión y la desigualdad se levantó con valentía y determinación para luchar por sus derechos y por un México más justo.
Agregó que aquellos héroes que, con coraje, enfrentaron las injusticias de su tiempo en el país: al General de División en el Sur, Emiliano Zapata, al comandante de la división del norte Francisco Villa, líderes revolucionarios que acompañaron la causa de Francisco I Madero y mujeres que recordamos como heroínas; la generala Carmen Vélez, la coronela María Quintera de Rivas; la teniente Ángela Jiménez; entre algunas y lideres como Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Pascual Orozco que encabezaron la lucha por la tierra, la justicia social y la libertad.
Sus ideales resonaron en los corazones de miles de mexicanos con firmes convicciones que se unieron a la causa, creando una marea imparable de cambio.
El alcalde Óscar Hernández mencionó que la Revolución Mexicana no solo fue una gesta armada, sino un grito de dignidad que resonó en cada rincón de nuestra nación. Fue el clamor de los desposeídos, de los olvidados, de aquellos que anhelaban un país en el que la riqueza y el poder no estuvieran concentrados en manos de unos pocos, sino distribuidos de manera equitativa para el bienestar de todos.
Hoy, miramos hacia atrás con admiración, respeto y gratitud hacia quienes lucharon, pero también con la responsabilidad de mantener viva la llama de la Revolución en nuestros corazones. Aún enfrentamos desafíos y desigualdades que exigen nuestra atención y acción.