¡Viva el Rey! ¡Muera el Rey!
Durante su visita como invitado ¿? al evento del Natalicio de Don Gustavo Baz Prada, el ex alcalde de Tlalnepantla Arturo Ugalde Meneses, sintió lo que le pasa a los políticos que no son bien vistos por la sociedad, sintió y vivió el rechazo incluso de los propios compañeros de su partido, el Revolucionario Institucional.
Al término del evento, pocas fueron las personas que le saludaron y acompañaron, algunos que quizá tenían algo pendiente con el ex alcalde estuvieron presentes, gente de Cuautitlán Izcalli de organizaciones civiles se tomaron la foto, otros solo de paso le extendieron la mano.
Pero hubo incluso, algunos empleados de la nueva administración municipal que a su paso comentaron “aquí huele a azufre”, si, de ese tamaño fue la expresión, y así sin pena ni gloria estuvo en este evento.
No podemos dejar de mencionar que hubo dos personas que sí, nunca se le separaron, que estuvieron siempre cercanas a Ugalde Meneses, y fueron su hija la diputada federal Denisse Ugalde y su “guarura”, pariente por cierto.
Y como en todos tiempos, como en todas circunstancias para Arturo Ugalde sus tiempos de gloria ya pasaron, sobre todo por el mal sabor de boca que dejó cuando le tocó ser gobernante, por eso la lejanía de la gente en este evento, y quizá en muchos otros que están por venir.
Así como suele suceder en los buenos y malos tiempos, para Ugalde Meneses le pasa lo que a todo político, su tiempo ya pasó, ¡Viva el Rey! ¡Muera el Rey!, ya vendrán tiempos mejores, pero en esta ocasión se vio el rechazo y resentimiento que le tiene la sociedad de Tlalnepantla.
Que recapacite, pueda encontrarse consigo mismo, pero sobre todo que reconozca que lejos de hacer amigos, cosechó enemigos, que los amigos que tenía o tuvo ya no están a su lado, que todo momento tiene un principio y un fin.
En caso de que vuelva a ser llamado a algún cargo público, retome aquellos tiempos de humildad que tuvo en algún momento de su carrera política y se gane la confianza de su gente, la de Tlalnepantla de Baz.