*Las autoridades, la IP, el PRI y el PAN dan por hecho de que la dama de hierro estará presa por muchos años
Fue un grave error táctico de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto el haber permitido la detención de la hoy ex presidenta nacional vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Elba Esther Gordillo Morales. Y es que el asunto puede pasar de lo jurídico a lo político. Si inteligencia de la Secretaría de Haciendo y el propio procurador general de la República, Jesús Murillo Karam tienen la razón, tendrán el gusto de ver a la lideresa una buena temporada en la cárcel; de lo contrario, el sexenio peñista se verá seriamente descalabrado y hasta quizá habrá destituciones.
No es que la otrora dirigente del SNTE sea muy poderosa, sino que de acuerdo a nuestra Constitución nadie puede ser declarado culpable, hasta que se le pruebe que cometió uno o varios ilícitos. Hacienda y Murillo Karam deberán probar sus señalamientos.
Un día después de la detención de Elba Eshter, al trabajar los periodistas, en reacciones con figuras políticas, se encontraron una dirigencia nacional del PRI y a una iniciativa privada respaldando a las autoridades federales en torno al tema; en tanto el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero fue más drástico manifestar que la detención de la gordillo no sea sólo un “tiro al aire”, demandó que corran la misma suerte Carlos Romero Deschamps, presidente del Sindicato de Trabajadores Petroleros, así como los ex gobernadores “corruptos” de Tabasco y Coahuila.
En los noticiarios de la televisión vimos las declaraciones de Jesús Zamabrano, máximo dirigente en el país del Partido de la Revolución Democrática (PRD) , quien planteó que el asunto de la maestra federalizada sea tratado conforme a derecho, coincidiendo con la hija de Elba Esther, la senadora Mónica Tzasna Arriola Gordillo, quien por cierto, ha recibido la solidaridad de sus compañeros, de las distintas bancadas. De hecho, la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados Federal solicitará la comparecencia del titular de la Procuraduría General de la República (PGR), para que rinda un informe pormenorizado sobre la detención de Gordillo Morales.
Tal vez el pecado de la maestra Elba Esther haya sido oponerse a la reforma de los artículos tercero y 73 constitucionales, relativos a la educación, pues en el primero se incluyó la palabra permanencia, que fue el tema de la discordia, pues interpretaciones de los secretarios generales de las distintas secciones y del propio Comité Ejecutivo Nacional, el magisterio vería condicionada su plaza, de acuerdo al resultado de evaluaciones.
Por ello, desde el mes de enero del año en curso, al CEN del SNTE mandató a todos los secretarios generales de las secciones del país, llevar a cabo e impulsar la “Jornada por la Defensa de la Educación Pública y sus Maestros”, argumentando que con la nueva ley, el Estado se estaba inclinando a los intereses de la iniciativa privada y de organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).
Y públicamente fueron señaladas empresas interesadas en “desprestigiar” al magisterio federalizado: Bimbo y Televisa, desplegándose una gran campaña en contra del SNTE por la baja calidad de la educación, “evidenciada” por los exámenes PISA, método que según maestras y maestros responde a estándares de conocimiento de otros países, principalmente de Europa.
Para unos analistas, el caso es similar al Quiñazo que se dio en la época del presidente Carlos Salinas de Gortari, a quien se le atribuye dar la orden de que fuera aprendido Joaquín Galicia “La Quina” dirigente nacional de los petroleros; medida que además de ser un distractor por la crisis en que México vivía, sirvió para amedrentar al sindicalismo mexicano, para que de manera fácil se iniciará la venta de paraestatales (un total de 1400 en cuatro sexenios). Entrevistado al respecto, Joaquín Galicia dijo que cuando fue detenido y sentenciado no tenía ningún delito en su contra, pues nunca hubo pruebas “en lo que concierne a Elba Esther, si hay pruebas”, declaró.
Resulta extraño que en la radio y en la televisión se difundan spots en el sentido de que para garantizar una educación de calidad y mover a México, se hará todo lo necesario. Por igual en el campo legal mexicano, se ha declarado que los bienes de la maestra en cuestión podrían entregarse al SNTE o rematarse. Es decir, ya se está dando por hecho de que la dirigente magisterial es culpable de todo lo que se le acusa.
Hoy día, Juan Díaz de la Torre ha sustituido a Elba Esther Gordillo en la presidencia del CEN del SNTE, en tanto ella enfrenta los cargos que le imputa Hacienda, y que le secunda Murillo Karam quien afirma que fuertes sumas de dinero encontradas en cuentas y en transferencias bancarias son de los maestros afiliados al SNTE- O sea, se actuó de oficio, no a solicitud de los afectados directos-.
En la llamada reforma política de finales de 2012, las tres fuerzas políticas discutían en San Lázaro la necesidad de impulsar la democracia, y la transparencia al interior de los Sindicatos. En pocas palabras, se veía si era conveniente o no violar la autonomía de los mismos. ¿Con lo acontecido en el SNTE, se experimenta esa intervención o violación?
El caso Gordillo Morales, ¿ejemplo para amedrentar al sindicalismo mexicano?. No es descabellado pensar en esta hipótesis. Ahí tenemos el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que lidió con el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa tras la “extinción” de Luz y Fuerza del Centro; varios líderes fueron hecho presos acusados de ataques a las vías de comunicación y por sedición, luego de poco más de dos años, se comprobó que no había delito que perseguir y salieron libres. El caso Gordillo Morales, ¿es un ejemplo para amedrentar al sindicalismo mexicano?