En Tlalnepantla, de mal en peor con la designación de funcionarios
Existe molestia entre funcionarios y vecinos de la Tierra de En medio, al enterarse que la Subcontralora Social es la ex regidora Bertha Noelia Juárez Vergara, y esposa del actual primer regidor del Ayuntamiento, en una clara muestra de nepotismo al interior de la administración municipal, solo falta enterarse que también el “perro y el perico” están en la nómina.
En este sentido, comentaron a este medio, sin dar nombres por temor a represalias que la Señora Juárez no cuenta con la preparación ni conocimientos necesarios para un área tan importante y delicada del gobierno, pero está ahí, solamente para hacerse llegar de recur$o$, como está quedando demostrado al hacer “mancuerna” con el titular de la dependencia Orlando Rodríguez Romano a quien identifican como integrante del PAN.
Si hacemos un poco de memoria, recordaremos que la Señora Bertha Noelia es conocida como líder de mercado, o algo parecido, que en el trienio anterior ocupó el cargo de segunda regidora, y que su actuar fue “gris” y dedicada solamente a “alabar” las peticiones del entonces presidente Arturo Ugalde, y reprochar las “críticas” que se hacían sobre el alcalde, entre otros menesteres.
De ser cierto, que este gobierno está promoviendo reingeniería al interior de la administración y teniendo a personas capaces y profesionales, entonces en el área de la Contraloría Municipal alguien sobra, alguien está de más, y ahí es en donde Orlando Rodríguez debería hacer valer su autoridad como titular y responsable de una dependencia tan importante y delicada, y no con personajes grises que solo buscan su interé$ personal.
Además de las quejas existentes entre la Subcontralora Social y el Director del Deporte, Benjamín Lara por la disputa de rentas, cierto o falso, pero la verdad es que se encuentra en entredicho la administración del Maestro Pablo Basáñéz García, aunque aún está a tiempo de enmendar los errores.
En estos primeros 100 Días de Gobierno, el Ayuntamiento está a tiempo de corregir el rumbo, pero sobre todo, de limpiar las áreas y que éstas sean ocupadas por personas preparadas, profesionales, capaces y comprometidas con el gobierno y con la sociedad.