*La fecha fue declarada por la ONU, porque mujeres ya saben usan la radio y la televisión para comunicar sus denuncias
*Los intelectuales surgidos de las culturas madre, indiferentes a las necesidades de sus pueblos a pesar de tanta pobreza y miseria
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, por la presentación del documental “Voces a Través del Tiempo”, del Centro de Culturas Indígenas de Perú (Chirapaq); clara muestra de cómo cientos de mujeres usan la radio y la televisión para comunicar sus denuncias, además de rescatar su idioma y sus costumbres.
Aunque en la realidad no hay mucho que festejar, si tomamos en cuenta los años de sojuzgamiento y explotación de parte de los dueños del dinero; fenómeno que data, al menos en el Continente Americano, desde el 12 de octubre de 1492, en que Cristóbal Colón descubrió a América; hegemonía europea que se consolidó con la conquista de los españoles a principios del año 1500, y que ha estado perdurando hasta nuestros días.
Muchos años han pasado, y las culturas originarias han sido relegadas; en sus propias tierras los habitantes que hablan algún idioma ancestral son considerados como gente extraña, pues se les han impuesto idiomas, leyes, religión; transculturación, minimizando sus usos y costumbres.
Derivado de lo anterior, cuántas veces hemos escuchado discursos de dirigentes sociales, políticos o gobernantes subrayando que “tenemos una gran deuda con los grupos étnicos”; sin embargo, poco o nada se ha hecho para saldar esa deuda, por el contrario sigue habiendo cada vez más pobres y miserables.
Y del lado indígena, persiste el perjuicio, la baja auto estima; la aceptación de que desde el nacimiento son seres condenados a servir a los más ricos, a estar viviendo en la pobreza y en la pobreza extrema. Aun cuando de las culturas madres surjan personajes con muchas ideas y que han llegado a leer y dominar el Marxismo, u otro tipo de filosofía, el colectivo indígena sigue en la misma situación.
En el caso de nuestra perla mexicana, hace no más de tres años representantes de diversas culturas venían madurando la necesidad de impulsar a un indígena para contender por la presidencia de la República en 2012, pero nunca aterrizaron la idea a pesar de tener buenos prospectos.
Fuentes extra oficiales nos comentaban hace tiempo que a falta de un partido con registro, daría a conocer su propuesta y su plataforma política, para que alguna entidad de interés público se interesara y decidiera aportar su registro al proyecto indígena, pero por lo que se vio en víspera electoral, en este año no hubo nada de eso.
Personajes que veían desplomarse ese proyecto, buscaron el apoyo del partido en el poder (PAN, Acción Nacional), para lograr diputaciones locales y federales, sin resultados positivos, por un lado, por otro lado, despreciaron las oportunidades que se les presentaron en partidos políticos con poca estructura pero con registro, tal vez para no desgastarse ni invertir dinero en las campañas. Hoy por hoy, una vez que han pasado las elecciones del primero de julio de 2012, hay muchos lamentos y solo les queda esperarse otros o seis años.
Es que quienes están al frente de las organizaciones de indígenas se han centrado en rollos intelectuales para poder viajar, con becas o con apoyo del extranjero, a países diversos a dar a conocer su obra. Han privilegiado el narcisismo a las necesidades colectivas. Por ningún lado se ve la aplicación del marxismo u otras filosofías que dicen conocer y dominar.
Con divisionismos, envidias y narcisismos, quienes han alcanzado la luz del conocimiento no la pueden compartir con sus semejantes, toda vez que tienen una venda de oscuridad que no les permite ver más allá, que les impide llegar a la verdadera felicidad haciendo el bien a sus semejantes. Luego entonces, se convierten en cómplices de los colonizadores, de las clases pudientes, se transforman en malinchistas.
Sigamos esperando que de los grupos indígenas surjan verdaderos entes que velen por los intereses de los demás. Ojalá esto no tarde demasiado, porque hay que pensar que a través de los años, decenas de culturas han desaparecido; que recientemente sesenta y cuatro de los 364 dialectos indígenas de México están en «alto riesgo» de desaparecer, quedando menos de 100 hablantes de cada una de ellas, de acuerdo a las declaraciones de Javier López Sánchez, director del Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas.
En el contexto mundial, se consideran custodios de la lengua y de sus tradiciones, aproximadamente 370 millones de personas; pueblos indígenas repartidos en casi 90 países. De todas maneras, ¡Felicidades a los Pueblos Indígenas!.