*Las autoridades locales ocultan información en torno a su actuación, hacen a un lado su imagen institucional
El desorden, el dispendio administrativo y la corrupción siguen siendo los fantasmas que moran en los Ayuntamientos mexiquenses, ello pese a la llamada transición que permite la presencia de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (PMC); problemas que en su conjunto lograron acumular en las últimas fechas 30 mil millones de pesos, lo que a la vez les “impidió” a las autoridades municipales pagar quincenas, aguinaldos; inclusive más de 80 municipios hasta dejaron de pagar cuotas retenidas de los trabajadores y empleados, que debieron ser entregadas al Sindicato Único de Trabajadores de los Poderes, Municipios e Instituciones Descentralizadas del Estado de México (SUTEYM).
Por la implementación de viejas practicas que solamente benefician a los políticos en turno y a unos cuantos incondicionales, más de la mitad de los Ayuntamientos del Estado de México gobernados por las pasadas administraciones se quedaron sin dinero; con las arcas vacías, por lo que las nuevas autoridades que entraron en funciones a partir de enero del año en curso se vieron en serios problemas de liquidez.
Al respecto, el senador Luis Sánchez Jiménez, del PRD dio a conocer en el pleno que más de 60 municipios, es decir 50%, no tuvo para pagar aguinaldos completos, ni salarios, mucho menos las primas vacacionales, al tiempo de resaltar que en conjunto la deuda de los 125 municipios mexiquenses asciende a los 30 mil millones de pesos, recayendo en tan sólo tres el 25 por ciento de la deuda total: Ecatepec (más de dos mil doscientos millones de pesos), Naucalpan (dos mil millones de pesos) y Atizapán de Zaragoza (dos mil millones de pesos). Otros municipios con serios problemas en sus finanzas son Huixquilucan, Cuautitlán y Coacalco.
Por eso, el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) reconoce que 36 municipios de esta entidad federativa se encuentran en situación económica “critica”, toda vez que sus deudas rebasan el 40 por ciento de su presupuesto.
Que solamente Naucalpan pasó de un adeudo de 800 millones de pesos en 2010 a más de mil 800 millones de pesos, por lo cual el Ayuntamiento se encuentra boletinado en el buró de crédito, por lo que a los ocho mil 200 trabajadores que prestan sus servicios a este Ayuntamiento se les rebajó el salario al 50 por ciento. El dispendio prácticamente consistió en el engrosamiento de personal y en aumentar obras de relumbrón, innecesarias. Del enriquecimiento ilícito los propios electores en sus comarcas saben la historia de los políticos, delincuentes de cuello blanco que gozan de inmunidad. Ante esa situación, las nuevas autoridades municipales han estado solicitando a diversas instancias, apoyo para reestructurar sus deudas con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), por lo que ya se revisa caso por caso.
A pesar del problema financiero, hay municipios que quieren asumir compromisos más amplios pensando en grande para estar a tono con el eslogan de la política del gobernador del Estado de México Eruviel Ávila Villegas, como por ejemplo el Ayuntamiento de Coacalco que aspira adquirir un helicóptero denominado serpiente 1, argumentando que es para la vigilancia de su territorio y de esta manera garantizar la seguridad; estrategia que ha fallado, como en Nezahualcóyotl y Ecatepec. En ese contexto, las autoridades de Tlalnepantla decidieron rentar un helicóptero por 300 mil pesos mensuales para “reforzar la seguridad”.
Si embargo, hay otros rubros a los cuales se les recortó el presupuesto, como la realización de obra pública, al rubro de educación, inclusive al rubro de imagen institucional con el que se da a conocer a la población lo realizado en las delegaciones, subdelegaciones, colonias y comunidades. Tal vez esta actitud se deba a que quieren ocultar el nulo trabajo en pro de la población que llevó a los funcionarios al poder.
Es lamentable que en nuestro país no haya partido político que en realidad prepare a sus cuadros para ser gobernantes honestos y buenos administradores, que sean dignos de encomio. Por el contrario, utilizan los membretes únicamente para llegar al poder y ver la forma de sangrar a las haciendas, que en los momentos de cobro de impuestos, los contribuyentes llenan al pagar los mismos.
Por eso no es de extrañarse que en el contexto nacional veamos a los dirigentes de los partidos PAN y PRD flanqueando en todos los eventos importantes al presidente de la República, al priista Enrique Peña Nieto con quien han llegado a importantes “acuerdos” sin tomar en cuenta a las bases; en lugar de realizar constates campañas de consulta ciudadana para conocer sus necesidades y ser dignos interlocutores ante las instancias. ¡Vaya política mexicana!.