“Yo solo veo fotos y nada que me convenza o exista motivo para dar mi voto”, es uno de los tantos mensajes que se leen en las redes sociales de los candidatos a presidentes municipales de los ayuntamientos del Estado de México.
Y es que estas nada más las campañas no repuntan, como bien explica la cita, no pasan de la foto con grandes sonrisas y de promesas simplonas (seguridad para las familias, educación de calidad, servicios públicos para todos…), pero nadie presenta proyectos detallados y de calidad, que convenzan a la ciudadanía de acudir a las urnas y votar.
Pero lo que sí están haciendo, aunque prometieron campañas de propuestas y no de descalificaciones, es darse hasta con la cubeta a la menor oportunidad.
Por ejemplo en Naucalpan, el nieto del fundador del PAN denunció a Edgar Olvera por falsear sus datos domiciliarios para poder obtener la candidatura de este partido a la presidencia municipal, y asegura que Olvera es vecino de Atizapán desde hace varios años.
Lo cual ya está aprovechando David Parra, candidato del PRI, quien asegura que los naucalpenses quieren que los gobierne un naucalpense.
Mientras que en Cuautitlán Izcalli, Movimiento Ciudadano acusa a la candidata del PAN Karla Fiesco de consentir e incentivar agresiones en contra de sus militantes, pues trascendió que presuntos simpatizantes de la panista causaron una trifulca en la casa de campaña del partido denunciante.
Además el PAN estatal dio la nota electoral de la semana, pues el Tribunal Electoral del Estado de México le anuló las planillas para tres ayuntamientos: Tlalnepantla, Atizapán y Nicolás Romero.
Le ordenaron reponer los procesos de elección interna ante la inconformidad de algunos militantes, quienes aseguran que los candidatos fueron impuestos.
Por esta razón Adrián Juárez, Ana Balderas y Mario Arana tuvieron que suspender sus campañas hasta resolver el asunto. Y como el tiempo apremia la directiva estatal del PAN lo resolvió rápido y los ratificó, aunque en el caso de Atizapán, donde había mayor problema, si se modificó la planilla y se incorporó a dos de los quejosos, Leopoldo Corona Aguilar (quien aspiraba a la candidatura a la alcaldía) y a Bárbara Rodríguez (hija de Pedro Rodríguez Villegas, alcalde con licencia de Atizapán y principal detractor de Ana Balderas).
Y mientras los priistas tapizan las calles de los municipios mexiquenses con propagandas de todas las acciones que hacen sus gobiernos, los panistas y perredistas intercambian partidos o se van al tricolor, pues están inconformes con sus organismos político por las formas en que se conducen en estos comicios, incluso acusan que hay corrupción y abuso de poder.
Aunque esto último no se descarta, también huele a que no se quieren quedar sin hueso quienes encabezan estas estampidas.
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