Para ser precisos, la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo es una lucha que viene de años atrás, de organizaciones, periodistas, sociedad civil y, por supuesto, la comunidad lésbico-gay, que buscan un trato igualitario entre las personas, que involucra acceder a todos los derechos que un ser humano debe tener, y que abogan por la no discriminación.
El presidente Enrique Peña Nieto, al enviar al Congreso de la Unión una adición al artículo 4 constitucional, para garantizar, desde el ordenamiento máximo del Estado Mexicano, la posibilidad del matrimonio igualitaria, toma una bandera de izquierda, lo que es muy benéfico para el país y todos sus involucrados, sin duda, es un paso hacia la apertura y la modernidad.
Sin embargo, esto no significa que la homofobia vaya a terminar de un día para otro, quizá falten muchos años para que la sociedad mexicana reconozca y acepte que lo “normal” no es formar parejas sólo entre la combinación hombre y mujer.
Tampoco el presidente Peña Nieto puede garantizar que al interior de los gobiernos, que entre los funcionarios públicos de alto nivel desaparezca el rechazo hacia los homosexuales.
Con esta iniciativa, que involucra otras medidas importantes y que más adelante enunciaremos, los estados del país deberán modificar sus legislaciones, pues como lo dijo el mismo mandatario, no puede ser que en unos estados se permita y en otros no. Aunque, sin duda, habrá muchas entidades que pongan diversos peros; habrá que esperar que dicen las administraciones panistas, cuya formación de derecha no concibe los matrimonios gay.
Asimismo, habrá que esperar la actitud del gobierno y los legisladores mexiquenses, pues este tema ya había sido puesto sobre la mesa del Congreso del Estado de México por los perredistas, pero no tuvo el apoyo de los priistas y panistas para abordarlo y hacerlo ley.
El paquete de iniciativas enviadas por Peña Nieto al Congreso federal incluye la emisión de actas de nacimiento con identidad de género, es decir, que se pueda modificar el género de una persona en su documento oficial de identidad y, a su vez, que dicho cambio sea reconocido en la tramitación de otros documentos como el pasaporte.
También se propone modificar la legislación civil y familiar respecto al lenguaje empleado, a fin de que éste evite ser discriminatorio.
Todas estas acciones también implican que el Estado Mexicano se integre a un grupo de países que conformarán un núcleo contra la homofobia en el seno de la Organización de las Naciones Unidas.
Peña Nieto expuso que la reforma al artículo 4 constitucional, relativa al matrimonio igualitario, pretende convertir en ordenamiento constitucional el criterio establecido en junio de 2015, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de reconocer como derecho humano el matrimonio sin discriminación.