Cada vez, en todo el país, aumentan los casos de jovencitas menores de edad embarazadas, y en el Estado de México la situación no cambia, por el contrario, hay un alto índice.
La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) recientemente presentó un estudio que realizó entre niñas y jóvenes de 10 a 19 años de edad, cuyo resultado arrojó que las jovencitas de entre 17 y 19 años se ubican en el índice más alto de embarazos.
La institución académica indica que esto se debe a que tienen relaciones sexuales anticipadas, sin protección y mucho menos información.
Y es que en nuestro país, las familias aún son muy conservadoras respecto a ciertos temas, la sexualidad es un tabú y no se aborda ni se orienta a los jóvenes al respecto.
Por otra parte, el gobierno, a través del sector salud y en las escuelas, es muy limitada la información que brindan; no hay las suficientes campañas para orientar a los menores sobre métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual y la importancia de no tener relaciones sexuales a edades tempranas.
Cabe mencionar que los medios de comunicación, a través de sus programas televisivos, películas y personajes, juegan un papel muy importante, pues además no se producen contenidos que ayuden en la orientación de los jóvenes, por el contrario exhiben programas, en cualquier horario, con contenido sexuales, asimismo sus “estrellas”, muchas de ellas jovencitas y jovencitos menores de edad, visten de manera sensual, nada propio de su edad, buscando ser símbolos sexuales, lo que buscan imitar muchas niñas y adolescentes.
Y esto no es una cuestión moralista, sino que los niños deben recibir información, pero además, subrayando, la información adecuada a su edad, empezando en casa.
En cuanto a números, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, en México, indica que seis de cada 10 adolescentes no hacen uso de ningún anticonceptivo durante su primera relación sexual, lo que indica que falta reforzar las campañas al respecto, pero también valdría la pena revisar las leyes mexiquenses y debatir sobre la legalización del aborto.
Ahora el gobierno del Estado de México busca sancionar la violencia obstétrica, por lo que nos preguntamos si acaso no es violencia que las mujeres aborten en sitios clandestinos, con el riesgo de morir.
El aborto va más allá de las creencias religiosos o morales, es un acto que a pesar de estar prohibido existe, por ello, insistimos, se debería pensar en legalizar y, quizá, tomar como referencia las reformas que se hicieron en 2007 al Código Penal y a la Ley de Salud del DF, para permitir la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación.
Cabe mencionar que el Estado de México se ubica como la segunda entidad de donde se trasladan las jóvenes a la Ciudad de México para realizar dicha práctica.
En el 2007, acudieron 540 jóvenes a practicarse un aborto, lo que representaba apenas un 11 por ciento, un año más tarde sumaron 2 mil 865, equivalente al 21 por ciento, mientras que en el 2009 se contabilizaron 3 mil 780, equivalente al 23 por ciento y ya para el 2011 se elevó a 5 mil 187 mujeres, llegando al 25.5 por ciento, tendencia que se mantiene en la actualidad.