*Miles de unidades deben de salir de circulación, por vetustas y peligrosas
*Las autoridades del ramo dan todo tipo de canonjías, como no entregar boletos
Tal parece que en el estado de México estamos viviendo un gobierno al revés. Y es que no tiene mucho que las autoridades del transporte autorizaron el alza al pasaje urbano, y han seguido con un proyecto de antidopingo, otro para levantar un banco de datos de choferes, otro para aplicar el control de confianza; cuando esto debió ser primero.
En cualquier institución educativa, en una fábrica, en las dependencias de los tres niveles de gobierno, o en una fábrica, si se va a buscar un empleo, primero hay que pasar varias pruebas, como test psicológicos, de habilidad, etcétera. Pero en el rubro del transporte el funcionamiento es muy sencillo, a pesar de tratarse del cuidado de las vidas de millones de usuarios.
Hasta hace tres décadas, cuando los empresarios del transporte urbano demandaban incremento al pasaje, junto con las autoridades del ramo hacían la finta de que firmaban convenios compromiso para que ese sector cambiara sus vetustas unidades; mejorar el servicio. Hoy ni eso.
Las autoridades, de manera irresponsable aprobaron diversas tarifas, afectando el bolsillo de la clase trabajadora, de los campesinos y de los empleados enmarcados en la clase media, dando todo tipo de canonjías, como el seguir operando sin entregar el boleto que garantizaría el derecho al seguro de vida del usuario; para que los empresarios sigan evadiendo impuestos, no cumplan con su responsabilidad de brindar un buen servicio teniendo en óptimo estado cada camión, y a la vez sigan operando dos o más unidades con una sola concesión.
Previo al alza, a manera de burla, un dirigente de la delegación de la Cámara Nacional del Transporte de Pasaje y Turismo (Canapat) declaró en entrevista con una reportera de un noticiario de radio local de Toluca que los transportistas estaban subsidiando en un 70 por ciento el pasaje; que por ello era urgente un alza, ya que de lo contrario se verían en la “penosa necesidad de sacar de circulación muchas unidades”.
Ya en cabina, la compañera reportera al comentar dicha entrevista, emplazó a la delegación de la Canapat a hacer valida la amenaza de sacar de circulación unidades, toda vez que en la actualidad hay demasiadas “prestando sus servicios”, además de arcaicas, ocasionan accidentes, porque los operadores se la pasan echando carreras en las vialidades, aun se trate de carreteras altamente transitadas.
En ese sentido, hay un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de México, en el que se revela que hay demasiadas unidades en el transporte urbano; lo cual puede corroborarse con las saturadas rutas, donde cada unidad lleva en distintas horas no más de diez pasajeros. Por ejemplo, en Toluca, en el derrotero que se cubre de esta ciudad a San Pablo Autopan, San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán y San Diego de Los Padres. Por cierto, en el primer derrotero, conducen las unidades verdaderas pandillas de jóvenes; por lo menos tres se turnan el volante cotidianamente.
Y para variar, sin hacer uso de las cartulinas donde se precisa la autorización, choferes han estado haciendo de las suyas, cobrando el pasaje a su libre arbitrio, lo que viene a agravar la situación de las familias; provocando con esto el descontento de millones de usuarios. Las autoridades del ramo registran 50 quejas al día por este asunto. Por lo que políticos de los partidos Acción Nacional (PAN) y del Trabajo (PT) se han estado colgando de este problema, para sacar provecho: ganar futuros votos.
Los del PT han convocado a marchas en protesta por el alza al pasaje, los del PAN apoyan a su diputado local, Alfonso Bravo Alvarez Malo para promover el 27 de junio un juicio de amparo en contra del alza al pasaje, logrando deslumbrar en este contexto al movimiento civil “Metrobús Ya”.
Si en verdad los políticos desean apoyar a la población, ¿porqué no actuaron antes de que se aprobaran las alzas al pasaje?; dudamos mucho que tengan pereza mental, ¡son listos!, tratan de sacar provecho político para seguirse colgando de las nóminas del gobierno. No hay ninguna duda.
No obstante, el gobierno de al revés ha anunciado que levantará un banco de datos de choferes, para conocer qué tipos prestan sus servicios a los usuarios. Que por lo pronto se sabe que son 157 mil los trabajadores del volante, de los cuales 52 mil son del transporte urbano, el resto, 95 mil son taxistas.
Que en las últimas fechas se han cancelado 500 licencias a choferes por encontrar que sus propietarios no pasaron el examen toxicológico o de alcohol; que se aplicarán controles de confianza. Se han retirado 200 unidades en el Valle de Toluca y otro tanto en el Valle de México, por no estar dentro de la norma, bla, bla, bla…