Con más de 15 millones de habitantes, alrededor de la mitad en condiciones de pobreza, los servicios de salud (hospitales y clínicas) en el Estado de México se vuelven insuficientes para atender a la población.
El actual gobierno estatal ha tratado de resolver construyendo nosocomios especializados en personas de la tercera edad, para mujeres, pacientes con diabetes, autismo, entre otros.
Sin embargo, mientras crece la infraestructura de salud y se diversifica la atención médica, los vicios y malas prácticas se agudizan y también surgen nuevos problemas, que no son atendidos a tiempo y, por lo tanto, se hacen más grandes.
Este es el caso del Hospital Regional Las Américas, en donde los pacientes, desde 2015, han denunciado un trato inhumano e insalubre, pues por su saturación los enfermos son atendidos en el piso, situación que no va a cambiar de aquí en lo que resta del año, pues a decir del titular de la Secretaría de Salud mexiquense, no hay presupuesto para mejorar su servicio.
Los presupuestos son creados con mucha antelación, las administraciones tienen contemplado en qué se va a invertir cada pesos y poco se pueden mover de esos esquemas; sin embargo la situación del Hospital de Las Américas no es nueva y se replica en muchos otros nosocomios de la entidad, en donde hay carencia de medicinas, de médicos y de muchos otros servicios.
Entonces viene la duda, ¿cómo se pueden edificar nuevos hospitales y brindar nuevos servicios si los ya existentes no operan en óptimas condiciones por falta de recursos? Y también nos preguntamos ¿si el futuro de estos nuevos nosocomios será el mismo, si pasados los años dejarán de tener los recursos suficientes? Porque eso es algo que también deben prever los gobiernos, que a largo plazo haya recursos para todo lo que conforma el sector salud.
Y es que en México es muy común que una administración, por quedar bien con la bandera de que se actúa en bienestar de la gente, construyen o crean diversos servicios sin una proyección del gasto a futuro y sólo le pasan la bolita a la siguiente administración, y si a esta nueva no le alcanza o no le salen bien las cosas, le echa la culpa a la anterior.
Retomando el caso del Hospital de Las Américas, cabe recordar que en 2015, se exhibió que en el área de Urgencias del citado hospital los enfermos eran atendidos sobre cartones debido a la saturación en el nosocomio; a un año de esto las cosas no han cambiado mucho, la única diferencia es que ahora son recostados en colchonetas.
Persona de la Secretaría de Salud indicó que la demanda ha crecido y no se cuenta con el presupuesto, por eso hacen lo que pueden con lo que tienen, aunque a veces ni siquiera cuentan con lo necesario para dar primeros auxilios.
Médicos y personal de las clínicas manifestaron que carecen de los insumos más elementales para realizar consultas médicas, ya no les proporcionan gasas, jeringas, abatelenguas, guantes, alcohol, papelería para recetas y copias.
También las ambulancias de muchas clínicas y hospitales están inoperables, pues no hay recursos para mandarlas reparar, ni para cambiarles una llanta.
César Gómez Monge ha reconocido que la situación es crítica, porque no hay presupuesto suficiente para este año.
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