Por: ARTURO VÍQUEZ
Hace un par de décadas se llegó a comentar que las próximas guerras se estarían dando por el abasto del vital líquido, la falta de lluvia, las fugas, el desperdicio de la misma, la nula cultura para su cuidado y recientemente el “huachicol” robo de este líquido, está repercutiendo en su escases.
Hace más de 20 años se tuvo registro que las principales presas que abastecen de agua a la Ciudad de México como la del Bosque ubicada en el estado de Michoacán, sí como las de la entidad mexiquense como la “Miguel Alemán” en Valle de Bravo y Villa Victoria no presentaban un nivel tan bajo como el de las últimas fechas que llegó a su mínima capacidad del 23 por ciento.
La gran cantidad de precipitación pluvial registrada en el año 2025 provocó que las presas en mención se ubiquen en un nivel alto del 98 por ciento de su capacidad y tan la están cuidando que personal de la Comisión Nacional del Agua en el municipio vallesano no está dejando se derrame; lo que en ocasiones sí sucede en Villa Victoria y esto sólo cuando el caudal se encuentra alborotado, así se puede apreciar en su compuerta.
Un factor que no se ha podido combatir a pesar de las constantes denuncias de las autoridades competentes, son la reparación de manera inmediata de las fugas de agua, que supera más del 60 por ciento de desperdicio por este concepto.
En México, no existe una cultura del cuidado del agua a pesar de las campañas de difusión que llevan a cabo autoridades de los tres órdenes de gobierno y de grupos de asociaciones civiles, quienes hacen severas recomendaciones de no desperdiciar el vital líquido; como aquel comercial donde un joven robusto hacia referencia de cerrar la llave porque “se la están acabando eh”.
De igual forma, servidores públicos y grupos ambientalistas se han pronunciado por la captación de agua de lluvia en edificios públicos y hogares, para que sea reutilizada en cosas o productos que no necesiten potabilización; haciendo caso omiso el grueso de la población.
Ahora el tema en boga “el huachicol del agua”, es otra problemática que están tratando de combatir las autoridades impartidoras de justicia, donde detrás de este conflicto de intereses se encuentran coludidas varias autoridades de las diferentes dependencias gubernamentales que les ha dejado buenos dividendos económicos, sin importarles si dejan sin el vital líquido a un sector importante de la sociedad.
No podemos dejar de mencionar los lagos artificiales detectados en el municipio de Valle de Bravo que las autoridades municipales y estatales se comprometieron
erradicar; evitando el acaparamiento de los más de “según” 700 o dos mil lagos o captadoras de agua que tienen registrados y que no se ha actuado contra ellos; quienes por cierto contribuyeron al bajo nivel de la presa “Miguel Alemán”.