Cada vez más la medicina tradicional recupera terreno en el tratamiento de diversos males de la población que los padece, ello sin pelearse con la ciencia; alopatía y la homeopatía, por lo que instituciones como la Universidad Intercultural del Estado de México, con sede en San Felipe del Progreso han incursionado tanto en el tema que del 22 al 24 de marzo del año en curso, llevará a cabo el III Congreso Internacional de Salud Intercultural.
Con la época de la conquista española cambiaron los hábitos alimenticios, ocasionando serios problemas a la salud de quienes vivimos en el continente americano, donde los habitantes de antaño se alimentaban con plantas, con tubérculos, y toda una gama de frutas, además de que bebían agua natural o refrescos hechos a base de jamaica, tamarindo y zarza parrilla que lo mantenían en excelente estado de salud.
Sin lugar a dudas también se alimentaban de animales que cazaban; no obstante, como comían productos naturales, no dañaban a su organismo. Así, con el arribo de los españoles comenzaron a llegar todo tipo de problemas de salud; con la globalización incipiente, ni se diga.
Fue de esa manera que los pobladores del continente americano comenzamos a padecer de múltiples enfermedades, y en este sentido, la clase dominante; los virreyes, los duques, los condes y los hacendados primero buscaron la cura a las nuevas enfermedades dando paso a la invención de la medicina, que superó a la alquimia, con el firme propósito de ganar dinero; semi desplazando todo método naturista mediante el uso de la Santa Inquisición que torturaba y mataba a “Los Brujos”.
Desde la época de la colonial y hasta nuestros días, la ciencia que impulsó a la medicina alópata y homeópata ganó terreno; sin embargo, desde la clandestinidad perduró la medicina tradicional, muy utilizada en las comunidades rurales y por las familias de las áreas marginales de las ciudades. Hoy, llama la atención que instituciones serias como la Universidad Intercultural se ocupe de la medicina tradicional y, aprovechando las épocas democráticas, de respeto a los usos y costumbres, realicen tan importantes eventos como el III Congreso Internacional de Salud Intercultural. ¡En hora buena!