Entre brincos de políticos chapulines, precampañas con spots y declaraciones polémicas que buscan desprestigiar al oponente y reacciones del INE, “máxima autoridad en las elecciones federales”, dio inicio este año electoral, y de paso, también iniciaron los forcejeos entre los presuntos aspirantes a suceder a Peña Nieto en las elecciones federales del 2018, tanto al interior del PRI, como entre los otros partidos.
Aunque en la percepción del tiempo cronológico hablar o escribir hoy de la Sucesión Presidencial del 2018 suena y parece como oportunismo e intento de madruguete, en el tiempo de los políticos, la sucesión empieza desde que el Tribunal Electoral declara al presidente electo, sino es que antes.
Pues si recordamos la vieja historia que profetiza la llegada a la presidencia de un integrante del llamado Grupo Atlacomulco, cuya existencia ha sido negada incluso por el ya difunto profesor Carlos Hank González, patriarca de la familia y exgobernador mexiquense, aceptaremos que en nuestro país y en el mundo entero, existen grupos que tienen como objetivo llegar y permanecer en la Presidencia.
Grupos independientes a los partidos políticos o que forman parte de ellos, y que están ligados o tienen intereses con las cúpulas del poder político, empresarial, financiero, económico y religioso, buscan y buscarán por siempre, cargos públicos para obtener beneficios personales y para sus allegados a costa de cualquier cosa.
Por eso, no debe extrañarnos que en el camino a la sucesión presidencial, empiecen o se den de forma constante, primero las zancadilla y luego las exhibiciones y “balconeos” entre quienes se sienten, se saben o quieren ser “ungidos” para relevar a Peña.
Entre las acciones menos agresivas para desbarrancar a los adversarios de la carrera presidencial, disminuirles o arrebatarles el amenazante y excesivo poder que han adquirido al hacer su luchita por la silla presidencial están las de llamarlos a ocupar algún cargo en el gabinete o congelarlos como Ernesto Zedillo lo hizo con Manlio Fabio Beltrones durante todo su sexenio.
A propósito del político sonorense y de prácticas contra rivales y adversarios, la más reciente zancadilla que se dio entre priistas contra un rival, nos la contó Martín Moreno en su artículo titulado “Videgaray veta a Beltrones”.
Moreno afirma que a principios de año, Enrique Peña planteó la posibilidad de que Manlio asumiera la presidencia nacional del PRI como medida de equilibrio político y la respuesta de Videgaray fue: “No, señor Presidente. Darle a Beltrones el PRI equivaldría a poner a un general más al frente del Ejército”.
Además de la anécdota, Martín también ya nos revela algunos nombres de los presidenciables priistas para el 2018: Luis Videgaray, Miguel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Eruviel Ávila y hasta Manuel Velasco, serán los protagonistas de la próxima y constante lucha interna partidista por la candidatura presidencial.
Estaremos atentos a esta primera lucha de titanes, por un lado Videgaray, amigo y confidente del presidente, quien fue considerado en su momento como el cerebro detrás de Enrique Peña Nieto y a quién ha mantenido en la SHCP, a pesar del escándalo de su casa de Malinalco que compró a Grupo Higa y del posible conflictos de intereses, de no haber logrado el crecimiento prometido y de haber reconocido ante diputados, que el crecimiento de la economía, durante estos dos años de gobierno de Peña “es abiertamente insuficiente”.
Por otro lado, está Manlio Fabio Beltrones, rival de Peña Nieto en 2011 por la candidatura del PRI a la presidencia en 2012 y quien tiene un pasado polémico que es utilizado por muchos para atacarlo y a quien los más cercanos al presidente, lo quisieran ver fuera de la escena pública y sin tanto poder para mover hilos, de una Cámara que le fue muy útil a Peña para sacar sus reformas.
Como dije en líneas anteriores, la sucesión del 2018 ya empezó, a ver cómo le va a en esta lucha priista al resto de los suspirantes, no sólo priistas, sino de otros partidos, como Mancera, Marcelo, Rafael Moreno Valle, quienes ya han recibido los primeros golpes para su desprestigio desde el año pasado.
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