Una primera acción que se desarrolla a partir de lo establecido en el Quinto Transitorio, Fracción III de la reforma al Artículo 3o Constitucional, referente al liderazgo del director, para involucrar a alumnos, maestros y padres de familia en la resolución de los “retos” de la escuela, se ha puesto en marcha en la entidad, no por iniciativa de la instancia correspondiente, sino como consecuencia de la programación nacional.
En los primeros días de la semana antepasada, se llevó a cabo en la ciudad de Monterrey, la capacitación del 10 por ciento de supervisores escolares del país, del Estado de México según se dice, se seleccionaron a quienes presentan en su perfil rasgos mínimos de gusto por la lectura y actuaciones con ciertos indicadores pedagógicos en sus zonas escolares, también se indicó que para lograr el porcentaje requerido, se presentaron verdaderas dificultades ante la ausencia de estas características en quienes ocupan esta plaza.
Según trascendió, la propia convocatoria establecía que se evitará a toda costa la asistencia de supervisores autoritarios, represores, los que no visitan sus escuelas, porque con su presencia espantan a los maestros; los que están más dedicados a alentar en sus directores y docentes actividades totalmente ajenas a la institución educativa, permitiendo el abandono de los alumnos para llevar a cabo tareas que colocan en tela de juicio a la escuela, como muchos de los que recibieron la plaza de supervisión escolar por recomendación sindical y de funcionarios diversos con la consigna de controlar e intimidar al profesorado.
El jueves, también de la semana antepasada, se convocaron a todos los supervisores estatales y federalizados, se comenta que con la presencia de la Subsecretaria del ramo a nivel federal, se dio a conocer el esquema de capacitación y la participación directa que tendrá el supervisor en los llamados “Consejos Técnicos”, dada la desaparición de los “cursos básicos”.
Será el supervisor el responsable de impartir inicialmente el curso a los directores que laboran en la zona escolar a su cargo, ellos harán lo propio con sus maestros en el mes de agosto, participando nuevamente el supervisor en ese mes en las escuelas que tienen un número reducido de profesores; las reacciones en contra y “comentadas en corto” no se hicieron esperar, muchos de ellos no tienen liderazgo, ejercen el cargo con amenazas y gritos, suponiendo un “poder” que la ley no les permite.