El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lamentó la decisión del gobernador de Texas, en el sur de Estados Unidos, Rick Perry, de destinar soldados de la Guardia Nacional a proteger sus fronteras con México. El mandatario mexiquense señaló que «no sólo es desagradable», sino también «condenable» y «reprobable». Es una política «que no se inscribe en el espíritu de cordialidad y de buena amistad entre dos países».