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¿Serán copiosas y limpias las elecciones el primero de julio próximo?

Nuevamente, los ciudadanos que vivimos en el estado de México o que hemos llegado a esta noble tierra a trabajar y por ende quedarnos con nuestras familias, el primero de julio del año en curso estaremos acudiendo a las urnas a emitir el voto para elegir presidente de la República, cuatro senadores, 40 diputados federales; 125 ayuntamientos, y 75 diputados locales.

Y como siempre, en el proceso de las campañas proselitistas se vio de todo: entrega de materiales de construcción, de despensas, el ofrecimiento de satisfacer necesidades de carácter colectivo y en algunos lugares, en su desesperación, los candidatos y sus seguidores ofertaban dos toneladas de cemento y cuatro mil pesos, una vez pasados los comicios.

Los candidatos a los distintos cargos de elección popular de la coalición “Compromiso por México” se la pasaron alabando el proyecto de su candidato a la presidencia de la República: Enrique Peña Nieto, como queriendo quedar bien con quien pudiera llegar a conducir los destinos de la perla mexicana.

Quienes comulgan con las ideas de Andrés Manuel López Obrador, aglutinados en la coalición “Movimiento Progresista”, hacen lo propio con las ideas del llamado Peje, al que no le gusta que le digan Lagarto, por considerar que este animal anfibio hace daño a la gente.  Cada bando se atribuye el virtual triunfo, aunque ello será definido el primero de julio.

Asimismo, los panistas sintiéndose ya derrotados por la pésima campaña de su candidata Josefina Vázquez Mota, no les quedó de otra que reforzar los lugares donde les es posible ganar, donde años antes ya fueron gobierno por varios periodos, caso concreto el de Toluca, donde la guapísima Mónica Fragoso Maldonado lleva la delantera frente a su más cercana oponente: la priista Hilda Calderón Hinojosa. Donde definitivamente ya no pueden, la clase blanquiazul decidió apoyar a candidatos del Partido de la Revolución Democrática (PDR), y del Partido del Trabajo (PT), el asunto es participar para conservar el registro.    

Y los hubo panistas que en “masa” se fueron a las filas del priismo; “perredistas” que hicieron lo mismo al pasarse con el PRI, o priistas que resentidos por no haber sido tomados en cuenta con candidaturas, se encuentran hoy día respaldando candidaturas ajenas a su ideología; lo que refleja las imposiciones de las cúpulas de las distintas fuerzas políticas, así como la falta de ideología y de ética de parte de la militancia.

El primero de julio es el día decisivo para que, de manera consciente y madura, los electores decidamos libremente quiénes habrán de representarnos en los distintos cargos públicos, para que surjan soluciones a nuestros problemas más sentidos. Las elecciones concurrentes deben ser  copiosas y limpias.

 

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