El gobierno del Estado de México no puede permitir que la delincuencia se filtre a la entidad y mucho menos que victimice a su población, es por ello, y ante los lamentables hechos que suceden en Michoacán, el mandatario mexiquense Eruviel Ávila Villegas ha solicitado a las autoridades que refuercen los operativos y acciones en los 25 puntos limítrofes con este estado y con Guerrero.
Anterior a esta petición, el gobernador descartó cualquier efecto “cucaracha” por el combate de organizaciones criminales en el estado michoacano, incluso le reiteró su apoyo a su homólogo Fausto Vallejo y destacó la labor del gobierno federal y de Alfredo Castillo, encargado a afrontar el problema y dialogar con las autodefensas para su desarme.
Sin embargo con el paso de los días, no damos cuenta que las cosas no son tan sencillas, que la población dejó de confiar en el actuar de las autoridades, principalmente en lo que se refiere a seguridad y justicia, por lo que están muy lejos de dejar las armas y en otros estados ya están siguiendo sus pasos, como es el caso de Puebla, también entidad vecina de las tierras mexiquenses.
Ante este panorama, el mandatario también se reunió con los gobernadores de Guerrero, Colima, Jalisco, Guanajuato y Querétaro, para sumar fuerzas y evitar la filtración de nuevas bandas delictivas a estas localidades.
Y esperemos que toda medida funcione, pues aunque el presidente Enrique Peña Nieto aseguré en el Foro Económico de Davos, Suiza que ya se está tomando el control de la situación en Michoacán, las autodefensas siguen presentes y aseguran que no dejarán las armas hasta que las cabecillas de los grupos criminales hayan caído y realmente se garantice la seguridad de sus poblaciones.
Pero además las autodefensas no surgieron de la noche a la mañana, ni sólo existen en Michoacán, recordemos que meses antes surgieron las de Guerrero, estado donde el crimen organizado actúa.
En el mismo estado de Michoacán, a mediados del año pasado, en el municipio de Cherán ya se había dado un levantamiento, expulsando a la policía por ineficaz.
Y ahora la gente de Puebla, del poblado de San Gabriel Chilac, se organiza para defender su territorio del crimen, de la impunidad y la injusticia, conformando una policía comunitaria, financiada por paisanos en Estados Unidos y asesorados por las autodefensas michoacanas.
Y mientras esto sucede, el municipio de Tlalnepantla hace su trabajo y dio de baja a 30 policías, a quienes se les relaciona con la delincuencia organizada y pusieron en proceso “especial” a otros 700, por la calificación “baja” en sus exámenes de control.
El alcalde Pablo Basáñez explicó que los exámenes de control de confianza de los 30 elementos dados de baja tuvieron observaciones consideradas de “riesgo”. Añadió que estos elementos serán boletinados en Plataforma México, a fin de evitar su ingreso a otra corporación.
Leave feedback about this