Aún y cuando la gobernadora del Estado de México Delfina Gómez Álvarez ha expresado en foros, eventos y reuniones la importancia que juegan los diferentes
medios de comunicación -prensa escrita, radio, televisión, digitales e influencers-, como un canal de información entre sociedad y gobierno; el actual sexenio, le ha restado importancia a este tema.
La falta de sensibilidad, conocimiento y tacto político de quienes se les encomendó no tan sólo cuidar la imagen de la Mandataria mexiquense, sino de
mantener informada a los más de 18 millones de ciudadanos que habitan en los 125 municipio que integran el Estado de México -casi 13 millones en edad de
votar-, sobre las obras, acciones y pronunciamientos que se realizan desde el gobierno estatal; han dejado entrever su indiferencia.
La labor informativa que ejercen los medios de comunicación y el sesgo que le dan a las notas publicadas desde sus respectivos espacios y regiones a las que
pertenecen, es digna de reconocerse y analizarse; tal cual, en días pasados lo comentó un funcionario de comunicación social de gobierno quien hizo referencia del análisis a medios; el cual, a más de 13 meses de gestión gubernamental, no tienen bien definido el panorama.
La “Transformación” alcanzó la relación entre prensa y gobierno; la cual, se encuentra muy deteriorada e incluso, se percibe una barrera que no permite ese
acercamiento y comunicación ni con los funcionarios del área, mucho menos con la Ejecutiva estatal. Bien lo comentó en semanas pasadas la gobernadora Delfina Gómez “los medios de comunicación, uno de los sectores más olvidados”.
Los medios de comunicación juegan un papel preponderante para mantener informada a la sociedad y más aún, no se olvide que son empresas generadoras
de empleos -directos e indirectos-, que también pagan impuestos como lo marca la ley.
El gobierno estatal debe transparentar donde está aplicando la partida presupuestal asignada para este rubro y si hubo inconsistencias o mala ejecución en anteriores administraciones, están obligados a denunciar a los responsables e informar al respecto.
La reunión que propuso la Gobernadora oriunda del municipio de Texcoco, no puede esperar más; ojalá y ese encuentro no quede en buenos propósitos y falsos reconocimientos.