Si los llamados partidos de izquierda quieren tener posibilidades en las elecciones a gobernador en Estado de México deben elegir un candidato realmente fuerte y comenzar tomar medidas en las que se vea y se perciba su trabajo, no sólo a través de sus gobiernos, también las mismas instituciones políticas deben de hacer lo suyo.
Sin embargo, parece que su historia se repite, de forma particular en el PRD, donde los grupos a su interior ya se encuentran en disputa y si no logran unificar sus objetivos, su derrota será irremediable.
El gran truene comenzó con la destitución del diputado Javier Salinas como vicecoordinador de la bancada perredista en el Congreso mexiquense, lo cual aún no se soluciona.
La división se agudizó luego de que Nueva Izquierda, agrupación a la que pertenecen Javier Salinas y Octavio Martínez, secretario de asuntos electorales en el CEN del PRD, se manifestaran a favor de las alianzas, en específico con el PAN, pues con las pasadas elecciones del 5 junio les funcionó aliarse con los panistas para sacar al PRI de las gubernaturas de siete estados, aunque cabe aclarar que ninguno de estos candidatos, ahora electos, militaba en el Sol Azteca.
Ante estas declaraciones, Alternativa Democrática Nacional (ADN), del perredista Héctor Bautista, desconoció cualquier acercamiento con otras fuerzas políticas.
Mientras que Omar Ortega, el dirigente estatal del PRD, a través de un comunicado, advirtió que la dirección estatal es el único órgano facultado del partido para conducir de forma institucional los acercamientos y ponderaciones políticas.
“Cualquier otro esfuerzo gestado al margen de dicha instancia carece de legitimidad y legalidad para poder ser respaldada por el partido”, alertó.
Incluso el líder perredista amenazó con la imposición de sanciones derivadas de la invasión de atribuciones en términos del estatuto.
Cabe mencionar que los integrantes de NI se reunión y se pronunciaron en favor de una gran alianza de izquierda y con el albiceleste, pero también propusieron a Javier Salinas como su posible aspirante a la candidatura, lo cual podría enfadar más a Juan Zepeda, el coordinador de los diputados perredistas y quien destituyó a Salinas, pues desde principios de año también adelantó su intención convertirse en el candidato del PRD a la gubernatura.
Sobre este punto, Omar Ortega indicó que será respetuoso de los tiempos, pero también reconoció que los resolutivos del Congreso Nacional hablan de una alianza con partidos y organizaciones de izquierda, así como de una eventual alianza con el PAN, “siempre y cuando el candidato sea del PRD”.
A pesar de esto, los integrantes de Nueva Izquierda, en donde también figura la secretaría del sol azteca en el estado Ana Yurixi Leyva; anticiparon que enviarán escritos a partidos de izquierda y al PAN para ir juntos en alianza rumbo a la jornada del próximo año y así conformar un “gran frente opositor” que pueda vencer al PRI.
Mientras esto ocurre y estamos pendientes de cuáles son los resultados, Morena anunció que ellos irán solos en la próxima elección a gobernador, pues el Comité Nacional no ve viable ninguna alianza, después presentaron a Delfina Gómez –quien se presume será su candidata- como la “Promotora de la Soberanía Nacional” y anunciaron que Andrés Manuel López Obrador recorrerá junto con ella los 125 municipios del Estado de México.
