Desde tiempos inmemorables, para los Ayuntamientos mexiquenses el área de Gobernación Municipal ha sido la caja chica, pues los funcionarios en turno se han estado dedicando a esquilmar al comercio formal e informal, a cambio de canonjías. Por ello, al inicio de las administraciones las autoridades locales adiestran muy bien a su personal de inspección, pues son ellos los encargados de atemorizar al sector, para que este se vea en la necesidad de negociar con mandos altos y por ende hacer tratos por debajo del agua.
Ese tipo de acciones que dejan muy mal paradas a las autoridades municipales, principalmente a los ediles, es un mal que no se ve desaparecer a pesar de que vivimos en pleno siglo XXI, en que supuestamente todos los seres humanos ya estamos evolucionados en nuestra forma de pensar y actuar, pero no es así. Se sigue actuando con modelos antiquísimos.
Tal es el caso de Almoloya de Juárez en donde el titular de Gobernación Municipal Lorenzo Ciro Chao, sin tener la atribución a través de incondicionales cobra el uso específico del suelo tanto a tianguistas como a comerciantes fijos y semi fijos, sin reportar lo recaudado a las arcas de Tesorería Municipal.
¿Hasta cuando terminarán ese tipo de prácticas deshonestas que afectan a los erarios municipales? ¿Cuándo veremos llegar a personas honestas, ocupar cargos públicos, para el buen desempeño de las dependencias? Ya es tiempo de que alguna autoridad ponga orden en este sentido. De nada ha valido la transición, la presencia de distintas fuerza políticas, si siempre vemos lo mismo, y a veces, más de lo mismo.