En lo que fue un tianguis electoral, es decir, las elecciones concurrentes, sigue habiendo muchos dimes y diretes entre los partidos contendientes; los perredistas afirman que el tricolor se alió con grandes empresas para regalar tarjetas de prepago, los priistas aseguran que el líder nacional del PRD mandó pedir un fuerte préstamo a un millonario, para financiar la campaña presidencial, aunque Zambrano lo niega.
Sea lo que sea, lo cierto es que se trató de unos comicios muy engorrosos, toda vez de que quienes tuvimos la oportunidad de ir a vota el primero de julio, nos hicimos bolas con tantos logos y tantos nombres que había en las siete boletas que nos fueron entregadas; tres de las elecciones federales (para elegir presidente de la República, diputados federales y senadores), y dos locales (para votar por 75 legisladores locales, 45 de mayoría relativa y 30 de representación proporcional; e integrantes de los 125 ayuntamientos.
Para quienes no saben leer ni escribir, el asunto estuvo más difícil, por lo que tuvieron que tachar los logos de manera inconsciente; sin saber por quién votaban, convalidando así ya sea a políticos con buenas intenciones de coadyuvar a elevar la calidad de la población, o que definitivamente a quienes cuya meta es enriquecerse a sí mismos, y medio ayudar a unos cuantos.
Esperemos que, quienes vayan a ser ratificados por las respectivas autoridades como ganadores de los distintos cargos de elección popular, analicen a conciencia la gran responsabilidad que tienen al frente, ya sea de un municipio o de un distrito. Y qué decir de la presidencia de la República.
Nuestro país requiere servidores públicos sensibles, que se preocupen y ocupen por las necesidades más apremiantes de la población. Ya estamos hartos de lo mismo, de que en el contexto de la transición lleguen panistas, priistas, o perredistas, y no veamos un cambio real en nuestra nación, en nuestros estados, nuestros distritos, nuestros municipios.
Quien este pensando en que va a robar, mejor que renuncie al cargo que ganó y deje el paso libre a verdaderos patriotas, si no, ¿de qué sirve tantos dimes y diretes, tantas demandas ante las instancias electorales, si todo va a seguir igual o peor?