Entre los políticos de todas las ideologías y colores, no hay voluntad para solucionar de manera consciente, lógica y justa el problema del comercio de la vía pública. Y cual perezosos personajes, en lugar de echarle mucho seso a una serie de opciones que pudieran ser las adecuadas sin afectar a nadie, optan por el uso de la ley del garrote: utilizan la fuerza pública y hasta recurren a las amenazas físicas o legaloides para meter tras las rejas a quienes se opongan a la voluntad del Presidente Municipal en turno.
Sin embargo, a través de los años, el sector que hoy nos ocupa ha sido víctima de extorsiones de parte de funcionarios menores, de inspectores, e inclusive de “dirigentes” sociales que hasta se llegan a codear con el sistema para conseguir inmunidad logrando permisos para operar en espacios públicos, y de esta manera justificarse ante sus agremiados.
Que las autoridades no quieren que las calles, las avenidas y las alamedas, o los frentes de los edificios públicos se vean invadidos por comerciantes, entonces que demuestren su capacidad para buscar la forma de generar fuentes de empleo, para que las personas aptas para sumarse al aparato productivo lo hagan sin traba alguna.
De lo contrario, seguiremos viendo cómo crece el fenómeno en todas las ciudades. Para resolver problemas, la cultura azteca hacía uso del consenso, y siempre tuvo éxito entre las masas. Sería bueno que las autoridades municipales lean estos usos y costumbres de nuestros ancestros para que aprendan a gobernar sin dañar a nadie.
Que no saben generar fuentes de empleo. El asunto es muy fácil. Que las autoridades municipales simplifiquen en serio los requisitos para la apertura de empresas pequeñas, medianas, grandes u otro tipo de negociación lícita. Un exagerado número de requisitos ahuyenta a los inversionistas. Además, debe haber capacidad para atraer inversiones y dar garantías de seguridad. No es lo mismo buscar una candidatura y luchar en las elecciones constitucionales por un cargo, que trabajar en serio a favor de toda la población.