Faltan unas semanas para que el Instituto Electoral del Estado de México dé inicio al proceso electoral en esta demarcación y siete meses para que el 2 de junio se elijan dos Senadores, 41 Diputados Federales, 45 Locales -ambos de representación proporcional- y 125 Presidentes Municipales; motivo por el cual ya en varios puntos de la geografía mexiquense se pueden observar espectaculares, lonas y bardas que publicitan a algún aspirante de los diferentes institutos políticos.
Se puede prever que en el próximo proceso continúe la alianza y coalición que participaron en el proceso donde se eligió a la hoy gobernadora Delfina Gómez Álvarez, que integran los siete partidos políticos registrados en esta entidad federativa; sólo faltaría que Nueva Alianza en tiempo y forma llegue a poner en orden su estatus legal que no le impida su participación, aunado a que Movimiento Ciudadano se decida a participar.
Los órganos electorales correspondientes deberán estar muy atentos del desempeño de quienes aspiran, de que respeten los tiempos y las formas, para que no infrinjan en algún delito electoral o acto anticipado de campaña.
Mientras que los más de 12 millones de mexiquenses que habitan en los 125 municipios que conforman el Estado de México y se encuentran en edad para emitir su sufragio, deberán analizar bien a las personas que los habrá de representar en los puestos ya mencionados y que se habrán de elegir.
No basta con sólo el primer domingo de junio, asistir a las urnas y emitir el voto, este debe ser razonado y eligiendo la mejor propuesta, para que posteriormente con el triunfo que se les dé, estén en la posibilidad de hacerlos que cumplan sus compromisos de campaña y no queda en simple diálogo.
De igual forma, atentos deben estar los mexiquenses para analizar el perfil de los contendientes, ya que se puede adelantar que en la próxima elección varios que van a competir por algún partido político, en esta ocasión lo hagan por uno diferentes, dejando atrás su ideología política, que por lo regular no la toman en cuenta y de los estatutos mejor ni hablamos, con lo que demuestran que sólo compiten por competir, a decir de ellos por el bien de su pueblo.