En la Glosa con motivo del Tercer Informe de Gobierno de Eruviel Ávila Villegas, entre las comparecencias más esperadas estaban las del secretario de Seguridad Ciudadana, Damián Canales y el procurador General de Justicia estatal, Alejandro Sánchez, pues la seguridad es un tema muy espinoso para el actual gobierno, por la creciente violencia que se suscitó en los últimos años en la entidad, que ha llevado al gobierno federal a intervenir, se han desplegado las fuerzas armadas y se ha puesto en marcha un Plan Estratégico de Seguridad.
El diputado del PRD, Octavio Martínez, como presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Legislatura mexiquense le tocó responder a los funcionarios estatales; les cuestionó, entre muchas otras cosas, sobre algunos lamentables temas que han ocurrido en el Estado de México y que no fueron abordados, como es el caso Tlatlaya, en donde 22 personas perdieron la vida, que según testigos y pruebas periciales fueron ejecutados por elementos del Ejército.
Y sobre este tema es donde abundaremos, pues hay nuevos elementos sobre las investigaciones que ya se difunden en diversos medios de comunicación.
La agencia de noticias MVT recibió de manera anónima material fotográfico de la escena del crimen, las cuales fueron analizadas por el criminólogo José Luis Mejía Contreras, quien apunta que 14 de estas personas fueron colocadas a menos de un metro de las paredes de una bodega y los militares les dispararon a corta distancia, 30 centímetros, por lo que la bala atravesó sus cuerpos e impactó en la pared.
También indica que la escena del crimen fue manipulada con cuerpos sembrados y desaparición de evidencias.
‘‘Si la confrontación fue entre quienes estaban dentro y los militares fuera de la bodega, había una distancia de entre 20 y 30 metros entre unos y otros, por lo que cualquier disparo de los militares se tuvo que alojar en el cadáver, ya que ningún arma es capaz de atravesar un cuerpo y luego impactar en la pared y dejar un boquete’’.
Los cuerpos no presentan disparos en la cabeza, todos los impactos son a la altura del pecho y el abdomen, además las 14 personas llevadas hacia la pared coinciden con manchas de lodo en las rodillas y algunas en pecho, lo que indica que las sometieron y las tuvieron hincadas, posteriormente sus cuerpos fueron tirados sobre piedras en un terreno totalmente seco.
También indicó que más de cinco cuerpos no presentan una caída natural, tras haber recibido un impacto de bala de grueso calibre a 20 metros de distancia.
De igual forma las armas que portaban los supuestos delincuentes, el criminólogo destacó que estas son negras y los cargadores grises, ‘‘y esos sólo los utilizan los militares’’. Además en las fotos, las armas aparecen colocadas perfectamente alineadas con los cadáveres, aparentemente sostenidas, o hasta los cargadores extras.
Cabe mencionar que la Sedena envió un comunicado donde informó que ocho de los 25 militares que participaron en el caso de Tlatlaya se encuentran en calidad de presentados, no detenidos, pero en caso de resultar culpables serán procesados entre otros delitos por desobediencia e infracciones al Código Militar.
Mientras que el ombudsman Raúl Plascencia Villanueva afirmó que hasta el momento «tenemos claridad de que se trató de un enfrentamiento», al hablar de la investigación que realiza la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y cuyos resultados se darán a conocer en seis semanas.