Editorial

Editorial.- Urge un área de inteligencia en el país

La administración federal 2012- 2018 que entrará en funciones a partir del primero de diciembre del año en curso, deberá de aplicar una estrategia adecuada que permita abatir tanta delincuencia que existe en el país y que nos pone en mal en el concierto internacional, ya que incluso, hay países donde los gobiernos recomiendan ya no visitar determinado estado de la perla mexicana, precisamente, por el grado de peligrosidad.

Sería un grave error que el nuevo presidente de la República, Enrique Peña Nieto diera continuidad a la absurda política que aplica el gobierno calderonista para controlar el problema de la inseguridad. La guerra nunca en contra de las mafias, con el apoyo del ejército mexicano, nuca fue el camino. Los resultados han sido catastróficos: algo así como 150 mil muertos, aunque las autoridades reconocen que no van ni 50 mil.

En ese sentido, estudioso, políticos, intelectuales, periodistas y diversos ciudadanos del país y de otras naciones han estado opinando a través distintos foros, que la única medida que puede dar resultados es la creación de un área de inteligencia que permita tener un amplio panorama del problema, para de esta forma, tomar acciones concretas, pensantes.

Sin embargo, el gobierno actual ha hecho caso omiso de esa sugerencia y se empeña en la absurda guerra, donde curiosamente antes de enfrentar al enemigo, vía televisión hace alarde de cuántos elementos estarán en combate, alertando de esta manera a las mafias; logrando, por ende, los pésimos resultados.

No sólo se requiere una gendarmería nacional, sino el funcionamiento de un área de inteligencia que se preocupe y ocupe de investigar cómo y dónde operan los grupos delictivos. Para tal efecto, el gobierno tiene esa capacidad. No sólo se debe investigar o espiar a las entidades de interés público, a los políticos, a los líderes obreros o a los líderes sociales; también a la delincuencia.

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