Columnas

Lavadero Politico

 

 

 

 

Han sido muchas las voces que se han alzado en torno a los hechos lamentables que se han suscitado en el municipio de Tlalnepantla, en donde varias familias se enlutaron por la falta se seguridad y de vigilancia que se debería tener por parte de la autoridad municipal. Por ello, hasta esta redacción han llegado peticiones y comentarios, respecto a los hechos, y piden también a las instancias de la Subprocuraduría de Justicia del Estado de México en Tlalnepantla, que así como el mes pasado el asesinato del diputado de Neza- hualcóyotl Jaime Serrano Cedillo fue en cinco días aclarado, se den las mismas circunstancias para que en este municipio suceda lo mismo, aunque los fallecidos no sean gente directa del gobernador, pero si, ciudadanos que estuvieron en un momento entre fuego por gente sin escrúpulos.

Al igual piden que la muerte de la hija del líder transportista Guadalu- pe Uribe, Ruth Uribe Soria pueda ser esclarecido a la brevedad y evitar más derrame de sangre, sobre todo en un municipio como Tlalnepantla en donde la autoridad municipal no logra el objetivo de brindar seguridad a la sociedad. Lejos de estar cuidando en las calles a los transeúntes, son ellos mismos los considerados los peores “rateros” con placa y uniforme, así que hay que aguantar estas últimas semanas que le faltan a la administración del aún presidente municipal Arturo Ugalde Meneses. Por cierto, y tocando al presidente, muchos sectores de la sociedad muestran su rechazo al alcalde porque aseguran ya está por terminar su administración y muchos de sus compromisos no fueron cumplidos a cabalidad, y en lo que falta pues menos se cumplirán.
Pero también han expresado que no es posible que con el presu- puesto del Ayuntamiento, con los impuestos de los tlalnepantlenses, una familia como la de Ugalde haya sido capaz de “robar el recur- so de las arcas municipales” para cumplirle los caprichos a sus hijos. Increpan que a una de sus hijas le regaló un yate, a la otra le compró una diputación, y al Junior aún no se ha sabido cual fue el regalo, pero de seguro algo se llevó de obsequio gracias a los tlalnepant- lenses.

Además de que se preguntan siel Señor Alcalde Arturo Ugalde tiene un sueldo que quedó al descubierto de más de 700 mil pesos mensuales, cuánto será el “bono” de fin de año que se llevará como regalo de un pésimo trienio, él y sus más cercanos allegados del Cabildo, porque seguramente no todos tendrán ese privilegio.

Lo importante, es saber si el próximo alcalde Pablo Basañez será capaz de hacer un análisis y auditoría de la administración que dejará Arturo Ugalde y si encuentra corrupción e impunidad lo denun- ciará ante las instancias corres- pondientes, o si lo cubrirá para que siga haciendo daño a la sociedad.

X