PALABRAS SIN VALOR
Amigas y amigos, gracias de todo corazón por las muestras de afecto y preocupación del estado de salud de quien esto escribe, por motivos del accidente vial sufrido el lunes dieciséis de mayo, ahora entiendo lo que alguien escribió, ¡como duele respirar! duele más que los agravios que cometió el gobierno en contra de nosotros por fundar el Sindicato Unificado de Maestros y Académicos del Estado de México (SUMAEM), la punzada fue tan intensa en los músculos que rodean el tórax a tal grado que en cada movimiento, por leve que fuera, aún en la mínima cantidad de aire que se respiraba se sintió al borde del desmayo, pero solo eso, todo está bien, hay vida, la lucha por la libertad sindical con los compañeros continúa a pesar de la cerrazón de las instancias gubernativas.
A nueve días del “Día del Maestro” ─con suspensión de clases en nuestra entidad el lunes dieciséis por dicho festejo, más otras suspensiones entre martes y viernes determinadas por Directores escolares para continuar las fiestas, en esa semana pasada de cuatro días─, las condiciones del profesorado van de mal en peor, la policía federal entró en acción, tratándonos peores que a delincuentes.
Por esta razón y como acertadamente lo dijimos, los festejos del estado por el Día del Maestro tienen un alto porcentaje de hipocresía y falsedad, el cinismo con que actúan así lo constata ─declaración pública de despedidos, negativa al diálogo, el uso de la fuerza del estado, desalojos, entre otros─, estando en contra del profesorado, violando la ley en cualquier momento en perjuicio de los trabajadores docentes.
Estamos ante un verdadero “gobierno autista” en su máxima expresión, que no entiende ni defiende los derechos humanos del profesorado, atacando sin consideración alguna, sembrando miedo en todo momento para mantener la corrupción y la impunidad de las actuaciones de sus funcionarios educativos, satanizando a quienes se oponen a la nueva forma de contratación docente, más no reforma educativa.
Los discursos pronunciados carecen de valor alguno, son poses del momento ante escenarios montados para el aplauso fácil, al no tener ninguna repercusión en el valor adquisitivo del salario de los docentes, que a fines de quincena tienen que optar entre un té de cualquier sabor o café para los que mejor les va, antes de salir de casa a cumplir con ese ya lejano apostolado de ser maestro.
La calidad de vida de un docente con una plaza es mala, sobre todo si tiene más de un hijo, a quienes en condiciones extremas se les puede ver con el suéter roto o los zapatos en las mismas condiciones, el propio profesor en un sin número de veces padece esta consecuencia por la falta de recursos económicos propios de un salario raquítico, sin valor adquisitivo real.
En estas condiciones ¿qué significado tiene un homenaje oficial del Día del Maestro? Usted amable lector ¿Qué punto de vista tiene al respecto?
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