Mosaico Mexiquense

EL MOMENTO EN QUE SECUESTRARON A COACALCO.

-No cabe la menor duda, la ciudadanía de Coacalco se encuentra “harta” entre gobierno y delincuencia, por eso, en las redes sociales se escucha “El grito de la gente”:

¿Qué sientes cuando regresas de trabajar y, sin más, unos tipos desconocidos te asaltan en el transporte público? ¿Qué sientes de ir caminando por la calle con el miedo a ser asaltado y despojado de objetos que has ganado con esfuerzo? ¿Qué sientes cuando la inseguridad, los asaltos y la droga atentan a diario contra tu familia? ¿Qué sientes del miedo a denunciar con las autoridades por no recibir apoyo y que, incluso, ellos mismos te traicionen?

¿Qué se sienten tener que cuidarse de los policías y de los delincuentes?

Llegó un momento en el que Coacalco no pudo más y los vecinos se cimentaron para cada quién ir en su rumbo. La desunión ciudadana es uno de los principales problemas de esta situación. ¿No te das cuenta tú, que vives con miedo, de que tienes el poder en tus manos?

¿Por qué aceptamos vivir con angustia? ¿En qué momento decidimos aceptar el hecho de que si asaltan a tu hijo, secuestran a tu padre, ultrajan a tu vecino, abusan de tu familia eran cuestiones de «ni modo, así nos toca vivir»?

Es sabido que ladrones hay muchos. Pero es ignorado que ciudadanos honestos cansados de una podrida situación somos más. Y el error no está en el sistema político jodido y corrupto; el error es no hacer las cosas nosotros mismos, esperando que el gobierno nos resuelva todo.

¿El gobierno? Ellos están generando miles de pesos para sus propios bolsillos. Ellos viven de nuestro dinero y no les molesta la situación que prevalezca en nuestras calles. Nos toca tomar lo que es nuestro, recuperar nuestra seguridad y nuestra vida.

¿Tienes miedo de las consecuencias? No lo tengas. Cuando te des cuenta que un segundo de riesgo para recuperar una vida entera de seguridad es posible, voltearás atrás y te despedirás del pasado desastroso; ese presente que hoy nos acumula miedos, temores, pesar para con nuestros allegados.

¿Estás esperando a que alguien de tu familia sea víctima de un crimen? Vecinos; es nuestro turno de ser la solución y de tomar la realidad como nuestra principal razón de vivir. Ya nos han pisoteado bastante, ya nos han robado mucho.

¿vas a seguir dejando que quienes te quitan todo sin esfuerzo alguno sigan postrándose como parásitos de nuestro sudor?

Hoy es el día en que nos toca gritar y decir: «Coacalco es nuestro, no vamos a dejar que nos sigan quitando lo que aún nos queda».

Es responsabilidad tuya, de tu familia y de tus vecinos. Es momento de ser unión. De ser un sólo Coacalco.

¿Estás dispuesto?